JERUSALÉN.- El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Shimon Peres, aseguró hoy que su gobierno, que preside el derechista Ariel Sharon, "está empeñado en reducir la tensión" en la región y no en agravar los enfrentamientos con los palestinos.
"No deseamos una escalada de la violencia en ningún caso y en ningún lugar", dijo el jefe de la diplomacia israelí tras reunirse en Tel Aviv con su colega alemán, Joshka Fischer, de gira por la región.
Peres dijo que el atentado palestino de ayer, jueves, contra un tanque israelí Merkavá-3, en el que murieron tres de sus cuatro tripulantes, "despierta nuevos problemas", aunque consideró que "las Fuerzas Armadas son capaces de medirse con ellos".
El tanque quedó reducido a chatarra al pisar una carga explosiva, que contenía más de cincuenta kilos de dinamita, activada por control remoto cuando el blindado circulaba por una carretera entre el asentamiento judío de Netzarim y el paso fronterizo de Karni, en la franja de Gaza.
Por su parte, el ministro israelí de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, afirmó que, pese al atentado, los organismos de seguridad logran evitar la mayoría de los ataques.
En ese sentido, destacó que la semana pasada se impidió la entrada en territorio israelí de ocho suicidas palestinos cargados de explosivos.
Pese a la gravedad de la crisis, Ben Eliezer expresó su disposición "a estudiar cualquier plan de paz que pueda poner fin a la violencia", durante un acto con militantes del Partido Laborista en la ciudad de Haifa.
En su opinión, existen "señales positivas" entre las personas próximas al presidente palestino, Yaser Arafat, "que se oponen a su política y temen por el futuro".
Según los observadores, Ben Eliezer se refería a líderes palestinos "pragmáticos", como el jefe de la Seguridad Preventiva palestina en Cisjordania, coronel Yibril Rayub, quien protagonizó esta semana un altercado con Arafat.
Según Ben Eliezer, "si pudiesen hacerlo, esos dirigentes del entorno de Arafat se sentarían ya mismo a negociar" un alto el fuego para reanudar el interrumpido proceso de paz.
Israel procura "apuntalarlos", agregó, pero, al mismo tiempo, "no tiene intenciones de cambiar la dirección de la Autoridad Nacional Palestina (ANP)", que preside Arafat, "ni tampoco abatirla".
El ministro de Defensa tenía previsto reunirse esta tarde, antes de comenzar la jornada de descanso sabático en Israel, con los jefes de la seguridad para analizar las posibles consecuencias del atentado del jueves en Gaza.
Mientras, en Ramala, donde Israel sigue manteniendo confinado Arafat, centenares de manifestantes del Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS) y de la Jihad Islámica apedrearon la sede del Ejecutivo de la ANP para exigir al presidente palestino que ordene la liberación de los activistas de esas organizaciones presos en cárceles palestinas.
