BOGOTA.- Millones de colombianos apagaron hoy durante tres minutos las luces de sus hogares, lugares de trabajo y vehículos para repudiar la guerra y el terrorismo desatado por la guerrilla de las FARC desde el mes pasado.
La protesta convocada por los gobernadores de los 32 departamentos del país se realizó a las 19.00 horas locales (00.00 GMT) y la principal congregación de ciudadanos se produjo en la población de Zipaquirá, 60 kilómetros al norte de Bogotá.
En esta localidad se reunieron 7.000 personas y dirigieron palabras el gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz, que convocó la protesta, y el arzobispo de Bogotá, cardenal Pedro Rubiano, quien pidió "ahuyentar las tinieblas y asumir el compromiso de un nuevo pacto social, basado en el ejercicio pleno de los derechos humanos".
La protesta, denominada "Una luz contra la violencia", fue convocada por el gobernador de Cundinamarca para rechazar los ataques de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), contra las torres eléctricas, puentes y poblaciones.
Las FARC, la guerrilla mas numerosa y antigua del país, celebra negociaciones de paz con el Gobierno desde 1999 y el pasado 20 de enero se comprometió a agilizar el estudio de una tregua antes del próximo 7 de abril, pero al mismo tiempo desencadenó una oleada de ataques.
En el "apagón voluntario" se detuvieron los autobuses en las calles bogotanas y se interrumpieron los partidos de fútbol.
Mientras, en regiones como la costa caribeña y el departamento del Meta (centro este), que sufrió racionamientos durante veinte días por culpa de los atentados que provocaron el derrumbe de setenta torres eléctricas.
En Bogotá se apagaron 21 parques y plazas, entre ellas la mayor de Bolívar.
"Debemos mostrar a los violentos que no nos van a derrotar y que vamos a estar unidos permanentemente", dijo el gobernador Cruz en la plaza de Zipaquirá.
Por su parte, el gobernador de la región caribeña del Atlántico (norte), Ventura Díaz, manifestó que "es hora de tocarles el corazón a los violentos y pedirles que por favor no sigan desangrando el país, ya que con sus acciones terroristas lo único que consiguen es frenar el desarrollo".
El último acto terrorista atribuido a las FARC fue el desvío de un avión comercial, perpetrado hoy en el departamento del Huila (suroeste), y el posterior secuestro del senador Jorge Eduardo Gechem Turbay, uno de los treinta ocupantes del aparato, que fue obligado a aterrizar en una carretera.
