WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reconoció hoy que ha creado un gobierno en la sombra para que dirija el país en caso de un ataque catastrófico.
Bush, en unas declaraciones en Des Moines (Iowa), afirmó que "tengo la obligación ante el pueblo de EE.UU. de tomar todas las medidas para que, en caso de un ataque contra Washington, haya un gobierno".
La existencia de este gobierno en la sombra fue divulgada hoy por el diario "The Washington Post", que señaló que la ejecución del llamado "Plan de Continuidad de Operaciones" comenzó el mismo 11 de septiembre, inmediatamente después de los atentados terroristas en Nueva York y la capital estadounidense.
El Presidente recalcó que, tras los atentados, "nos tomamos la continuidad del gobierno muy en serio, ya que el país estaba siendo atacado".
Sin embargo, la medida de precaución se ha extendido sin que aparentemente haya límites de tiempo y afecta a un centenar de funcionarios de carrera, que son enviados a uno de los dos búnkers secretos y fortificados que tiene el Gobierno en la zona de la costa Este del país.
"Todavía nos tomamos las amenazas de grupos como Al Qaeda muy en serio", añadió Bush.
Los funcionarios realizan turnos de aproximadamente 90 días y trabajan en instalaciones especiales donde pueden continuar su labor cotidiana.
Otras fuentes del Gobierno estadounidense señalaron que "estamos tomando todas las medidas necesarias para asegurar que el trabajo del Gobierno puede continuar en cualquier circunstancia", y agregaron que, de no actuar así, "hubiera sido irresponsable" por parte de las autoridades.
Los planes para crear un gobierno en la sombra en caso de un ataque devastador se remontan a la presidencia de Dwight Eisenhower (1953-61), cuando en plena "guerra fría" nació el temor a un cataclismo nuclear.
Según el Post, los funcionarios elegidos para este gobierno en la sombra viven permanentemente en instalaciones subterráneas y han sido elegidos entre los principales altos cargos de cada departamento y agencia independiente del Ejecutivo.
Su misión prioritaria, en caso de necesidad, es asegurar el funcionamiento de las redes básicas de telecomunicaciones y transporte, el orden público y el suministro de alimentos y agua, para a continuación tratar de reconstruir el gobierno del país.
