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Mujeres se integran de lleno a las protestas argentinas

Para el sociólogo José Miguens, el alto grado de participación de la mujer en actos de protesta se debe a que "es más sensible, se irrita más con las injusticias, se preocupa más en participar y protestar que el hombre".

09 de Marzo de 2002 | 17:21 | Reuters
BUENOS AIRES.- Laura siente indignación porque no tiene trabajo, sus pocos ahorros están atrapados en un banco y no puede garantizar a sus dos hijos un futuro digno en Argentina.

Cansada de esperar soluciones que nunca llegan, se convirtió en una de las tantas mujeres que participan a diario de movilizaciones, protestas frente a la casa de políticos, y "cacerolazos" contra bancos en medio de un caos social que es alimentado por una feroz crisis económica.

Además, conduce una de las tantas asambleas de vecinos que se comenzaron a multiplicar en la capital argentina como una forma de organización independiente por afuera de las estructuras partidarias.

Desde los últimos meses, Argentina es escenario de un proceso inédito en su historia, con su pauperizada clase media saliendo a la calle constantemente para protestar por la pérdida de sus privilegios, mientras pasa a formar parte del ejército de pobres, que incluye a casi la mitad de los 36 millones de habitantes.

La crisis está acompañada por un fuerte rechazo de la sociedad hacia los dirigentes políticos, acusados de corruptos e ineficientes sin distinción de partidos, y donde las mujeres parecen haber tomado la delantera dentro de la ola de repudio.

Acumulada desde hace años, la furia explotó a fines de diciembre y se cristalizó en un sangriento estallido social que obligó a renunciar al entonces presidente Fernando de la Rúa, que colmó la paciencia de los argentinos al congelar sus depósitos bancarios para frenar una fuga de capitales.

Desde ese momento, ya nada fue igual en el país.

"Algo me movilizó y me dije que el pueblo debía unirse para lograr una Argentina mejor porque este tipo de política que venimos teniendo desde hace años no sirve", dijo Laura a Agencia Reuters. A los 52 años forma parte de los 2,35 millones de desocupados.

Para el sociólogo José Miguens, el alto grado de participación de la mujer en actos de protesta se debe a que "es más sensible, se irrita más con las injusticias, se preocupa más en participar y protestar que el hombre".

¿SEXO DEBIL?

Según datos oficiales, el 22 por ciento de las mujeres en Argentina son el único sostén económico de su familia, pese a que ganan entre un 30 y 50 por ciento menos que los hombres.

Expertas como nadie en la difícil tarea de llevar adelante un hogar en un contexto de crisis, las mujeres se lanzaron con fuerza a las calles para repudiar un sistema que nos les garantiza ni a ellas ni a sus familias un futuro mejor.

"Yo era una de los tantos argentinos que no se involucraban. Pero me di cuenta que si los ciudadanos no defendemos nuestros derechos, nadie lo hará", comentó Analía, mientras golpéa con la tapa de una cacerola las vallas de seguridad levantadas para proteger a los bancos de la furia de los ahorristas.

A veces el personal de seguridad no puede detener a las manifestantes, quienes ingresan a las entidades bancarias donde insultan al personal y a los banqueros y tiran basura.

El viernes, con motivo del día Internacional de la Mujer un grupo de asociaciones civiles de mujeres organizaron un 'escobazo' en la provincia de Santa Fe para "barrer con la basura, la corrupción y la injusticia".

"Hay mucho entusiasmo por organizarse. Hay una vocación muy fuerte en la mujer por la responsabilidad civil. Las mujeres sienten que tienen que tomar esa responsabilidad y lo están haciendo de hecho", dijo Marcela Miguens, a cargo del Foro de la Mujer, una organizacion no gubernamental (ONG).

Para la abogada María José Lubertino, responsable del Instituto Social y Político de la Mujer, las mujeres vuelven a tener un "protagonismo activo" tal como sucedió en los grandes acontecimientos de la historia argentina.

Lubertino tomó como ejemplo el caso de los grupos de derechos humanos Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, quienes dieron a conocer al mundo las atrocidades cometidas por la dictadura militar de 1976 a 1983.

"Estamos en otro momento donde la altísima participación de las mujeres en las asambleas, cacerolazos y escraches está produciendo algunos cambios", agregó.

Ambas coincidieron en que las mujeres deberían aprovechar el actual desprestigio que sufren los dirigentes políticos para avanzar sobre espacios de poder, tradicionalmente ocupados por hombres.

"Las mujeres están limpias de corrupción. Es un buen momento para que ganen espacios por el fracaso de los políticos y el odio que hay contra ellos", dijo Miguens.

Y Laura parece coincidir: "Miedo no tengo (...) he probado gases (lacrimógenos con los que la policía reprime las manifestaciones), pero no será suficiente para acallar nuestras voces", dijo, antes de despedirse y partir hacia una protesta contra el ex presidente Raúl Alfonsín.
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