EMOLTV

Cheney visita a dos aliados militares tras oír las quejas saudíes

Cheney no encontró el sábado el apoyo de los Emiratos Arabes Unidos y de Arabia Saudí para un eventual ataque contra Irak, país donde EE.UU. quiere propiciar la caída del régimen del presidente Sadam Husein.

17 de Marzo de 2002 | 08:14 | EFE
DUBAI.- El vicepresidente de EE.UU., Dick Cheney, viaja hoy a Bahrein y Qatar, aliados militares de su país, tras escuchar las quejas saudíes sobre la situación de los palestinos y la negativa de Riad a apoyar un ataque de envergadura contra Irak.

Cheney no encontró el sábado el apoyo de los Emiratos Arabes Unidos y de Arabia Saudí para un eventual ataque contra Irak, país donde EE.UU. quiere propiciar la caída del régimen del presidente Sadam Husein.

El alto cargo estadounidense se entrevistó en la ciudad saudí de Yeda con el rey Fahd de Arabia y el príncipe heredero, Abdulá Ben Adelaziz, quienes recalcaron que "no permitirán utilizar sus bases para atacar Irak" en una operación masiva, dijeron a EFE fuentes próximas a los reunidos.

La Base Aérea Príncipe Sultán, en Arabia Saudí, acoge a unos 4.500 soldados estadounidenses y un número no precisado de aviones de combate, que sobrevuelan a diario el sur de Irak y con frecuencia atacan objetivos concretos en territorio iraquí.

Las fuerzas estadounidenses se encuentran destacadas en Arabia Saudí desde que, en 1990, se empezó a preparar la Guerra del Golfo Pérsico de 1991, que puso fin a la ocupación iraquí de Kuwait.

Opositores saudíes como Osama bin Laden, al que Washington acusa de organizar los atentados terroristas del 11 de septiembre contra EE.UU., han declarado la guerra al régimen de la familia real, Al Saud, por permitir la presencia "blasfema" de fuerzas extranjeras "infieles" en el suelo sagrado musulmán de Arabia, donde se encuentran sus principales santuarios: La Meca y Medina.

La agencia oficial de noticias saudí, SPA, informó de que, en su conversación con Cheney, el rey Fahd "deploró el exterminio, las matanzas y la destrucción" que realizan las fuerzas de ocupación israelíes en los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania.

Más tarde, Cheney mantuvo un encuentro de trabajo con el príncipe Abdulá, con quien trató la propuesta de paz del heredero saudí para Oriente Medio.

El responsable estadounidense entregó a Abdulá, que gobierna de hecho su país debido al mal estado de salud del Rey, una invitación del Presidente de EE.UU., George W.Bush, para visitar Washington.

El año pasado, Abdulá suspendió un viaje a Washington debido a la actitud de la Casa Blanca respecto a los palestinos, ya que las autoridades saudíes consideran que EE.UU. ofrece un "apoyo ciego" a Israel en el "genocidio" del pueblo palestino.

También ayer, Cheney escuchó una opinión muy similar respecto a la posibilidad de atacar Irak en los Emiratos Arabes Unidos, donde el vicepresidente del Consejo de Mando de la Revolución iraquí, Ezat Ibrahim, había estado horas antes.

Ibrahim ha visitado también Jordania, Siria, Líbano y Egipto para contrarrestar la campaña de Cheney y buscar el apoyo árabe contra un posible ataque militar estadounidense.

Además de Ibrahim, el segundo en la jerarquía de Irak, el viceprimer ministro de ese país, Tarek Aziz, inició ayer una gira por Libia, Túnez, Argelia y Marruecos con los mismos fines, en vísperas de la Cumbre Arabe que tendrá lugar a fines de marzo en Beirut.

Cheney tiene previsto visitar hoy Bahrein, donde se encuentra la sede de la Quinta Flota de EE.UU. destacada en el Golfo Pérsico.

Bush consideró el pasado viernes a Bahrain como "uno de los aliados más importantes fuera de la OTAN", lo que abre el camino al país, un estado insular de sólo 662 kilómetros cuadrados, para aumentar la cooperación económica y militar con EE.UU.

Sin embargo, el candidato con más posibilidades de recibir a las fuerzas estadounidenses si algún día salen de Arabia Saudí es Qatar, país situado en una península del Pérsico de unos 11.000 kilómetros cuadrados y al que Cheney viajará hoy mismo.

La Base Aérea Udeid, de Qatar, dispone de instalaciones abundantes y tiene las pistas de aterrizaje más largas de la zona, lo que facilitaría una eventual mudanza a un país donde los estadounidenses ya están construyendo un gran polvorín.

Washington y Doha firmaron un acuerdo de seguridad en 1992 y sus tropas realizan regularmente maniobras conjuntas.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?