BUENOS AIRES.- Argentina quiere llegar a un acuerdo de ayuda financiera con el Fondo Monetario Internacional (FMI) siempre y cuando "el país no quede en llamas", dijo hoy el Presidente del país latinoamericano, Eduardo Duhalde.
El jefe del Estado hizo esta declaración tras reunirse con gobernadores de provincias que le pidieron que se asegure que ningún acuerdo con el FMI incluya exigencias de ajuste económico que puedan agravar la complicada situación social del país.
Duhalde se reunió hoy con los gobernadores de provincias administradas por la Unión Cívica Radical (UCR), el principal aliado en esta hora del gobernante Partido Justicialista (PJ-peronista), pese a que fue su mayor adversario en la historia política del país.
Los radicales han manifestado que se opondrán a cualquier acuerdo con el Fondo que no incluya medidas para la reactivación de la economía argentina, en recesión desde hace cuatro años.
Consultado Duhalde sobre cuál fue su respuesta frente a este planteamiento, el presidente señaló que quedó en claro que "el acuerdo con el Fondo se va a dar pero (si eso implica) que el país no quede en llamas".
"El Fondo nunca puede imponernos a nosotros lo que debemos hacer porque somos un país soberano, sólo nos dice: 'Si ustedes pueden hacer esto, prestamos el dinero", manifestó el mandatario.
Además, afirmó que el FMI "ha entendido" que no se pueden eliminar "de un día para el otro" los bonos que emitieron varias provincias por la falta de pesos en circulación a causa de la ausencia de fuentes de financiación y del aumento del déficit fiscal.
"Hay medidas que no podemos poner en marcha sin crear conflictos", añadió el jefe del Estado en una conferencia de prensa en la norteña provincia de Chaco, donde se celebró la reunión con los gobernadores.
En ese sentido, el gobernador de Chaco y líder de la UCR, Angel Rozas, señaló que su provincia no puede eliminar de golpe la circulación de bonos porque "se incendiaría" la situación social y económica de la provincia.
El FMI, que tiene una delegación de funcionarios en Buenos Aires desde la semana pasada, exige el cumplimiento de los acuerdos fiscales que obligan a las provincias a reducir en un 60 por ciento sus déficit fiscales.
Muchos gobernadores temen que ese ajuste les fuerce a despedir personal de las administraciones públicas provinciales cuando el desempleo afecta a más del 18,3 por ciento de la población activa del país.
