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Coche bomba y asesinato de sacerdote indignan a los colombianos

La explosión de un coche bomba que dejó 10 muertos y más de 100 heridos y el asesinato de un nuevo sacerdote en la localidad de La Argentina, perpetrados en las últimas horas cerca de Bogotá, se suman al reconocimiento de la muerte de dos oficiales del ejército que permanecían cautivos por las FARC, lo que ha provocado la indignación de los colombianos.

07 de Abril de 2002 | 09:58 | EFE
BOGOTA.- Al menos 10 personas murieron y casi un centenar resultaron heridas este domingo, a causa de la explosión de un coche bomba en el centro de Villavicencio, 113 kilómetros al sudeste de Bogotá, según informó la policía.

Hasta el momento se desconoce la responsabilidad del atentado, aunque la policía sospecha de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El coche bomba explotó alrededor de la una de la madrugada en un barrio, conocido como la Zona Rosa de la ciudad, lleno de restaurantes y de bares.

El alcalde de Villavicencio, Omar López, puso inmediatamente los centros sanitarios de la ciudad en alerta máxima para atender a los heridos, muchos de ellos en estado grave.

Asesinan a otro sacerdote

Horas antes de la explosión del coche bomba, el sacerdote colombiano Juan Ramón Núñez fue asesinado a tiros en la noche del sábado cuando oficiaba la misa en su parroquia de la localidad de La Argentina (610 km al sur de Bogotá, en el departamento de Huila), informó este domingo la policía.

Los dos pistoleros que atacaron al religioso también mataron a uno de los feligreses, señaló a la prensa el jefe de la policía en Huila, el coronel Joaquín Correa.

Según Correa, el sacerdote fue atacado cuando repartía la comunión a decenas de personas de La Argentina.

"Los delincuentes llegaron hasta el altar y abrieron fuego en cuatro oportunidades contra el padre Núñez, quien fue llevado mortalmente herido a un hospital de la localidad, pero falleció antes debido a la gravedad de las heridas", señaló el coronel.

Correa dijo desconocer de momento los móviles y atuores del crimen, aunque recordó que en La Argentina operan las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el mayor ejército guerrillero del país con unos 17.000 combatientes repartidos en diversas regiones.

No obstante, ningún grupo ilegal se ha atribuido el asesinato.

Fuentes civiles y religiosas de Huila señalaron telefónicamente a la AFP que el sacerdote no había recibido amenazas de muerte.

Tras el crimen de Núñez, la policía se puso en contacto con los obispos y sacerdotes de Huila para establecer si están en peligro y brindarles seguridad, indicaron por su parte radioemisoras de la ciudad de Neiva, la capital provincial.
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