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Niñas kenianas luchan por evitar la "circuncisión femenina"

Temiendo que sus padres las forzarían a seguir el ritual, las menores de entre 12 y 16 años huyeron de sus domicilios con la intención de recurrir a los tribunales del país, y así evitar ser sometidas a la costumbre que para muchas tribus marca el paso de la infancia a la vida adulta.

19 de Abril de 2002 | 12:20 | EFE
NAIROBI.- Dieciséis niñas han recurrido a los tribunales de Kenia para evitar ser sometidas a la mutilación genital femenina, un rito que afecta al 38 por ciento de las mujeres de ese país, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

La costumbre, que es conocida como "circuncisión femenina", consiste en la amputación total o parcial del clítoris y, en casos extremos, hasta de los labios vaginales, y tiene su origen en la suposición de que la mutilación frena el deseo sexual y garantiza la fidelidad de la mujer a su marido.

Las niñas, de entre 12 y 16 años, huyeron a principios de esta semana de sus domicilios en el distrito de Marakwet, al oeste de Kenia, y buscaron refugio en el Centro para los Derechos Humanos y la Democracia, en la cercana localidad de Eldoret.

El director del centro, Ken Wafula, explicó a EFE que "las niñas pidieron ayuda y se negaron a regresar a sus casas hasta que se encontrara una solución, pues temían que sus padres las forzarían a seguir el ritual".

Las chicas firmaron una declaración jurada, y un abogado contratado por el centro de Eldoret y la organización Equality Now solicitó a un juez del distrito un mandamiento judicial contra los padres y familiares, a fin de que éstos no puedan someter a las menores a la ablación.

El juez emitió una orden temporal que determina esa prohibición, que hoy fue entregada a las familias de las jóvenes, mientras el juicio, con la presencia de todas las partes, se celebrará el próximo 6 de mayo.

En muchas tribus de Kenia, la práctica marca la transición de la infancia a la vida adulta de las mujeres, pero encuentra una resistencia cada vez mayor entre las adolescentes, que son sometidas a la mutilación sobre todo durante las vacaciones escolares de diciembre, abril y agosto.

El Centro para los Derechos Humanos y la Democracia ya ganó el año pasado un caso planteado ante el tribunal de Eldoret, que dictó una orden judicial permanente para evitar que dos hermanas de 16 y 17 años fueran mutiladas.

Las 16 menores que han recurrido a la Justicia forman parte de un grupo de 350 niñas que el pasado diciembre huyeron de sus hogares para evitar la ablación.

Muchas de ellas se refugiaron en el centro de la organización World Vision, donde siguieron un ritual alternativo de transición a la vida adulta basado en charlas y otras actividades.

El Parlamento keniano aprobó en noviembre de 2001 la Ley del Menor, que traslada a la legislación nacional la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, ratificada por Kenia en 1991.

Aunque la legislación no menciona expresamente las mutilaciones genitales, el artículo 13 ilegaliza cualquier acto que someta a los menores a "costumbres o usos tradicionales que puedan afectar negativamente su vida, salud, bienestar, dignidad o desarrollo físico y psíquico".

Las penas para los transgresores incluyen un año de prisión y el pago de 600 dólares de multa.

A pesar de las regulaciones judiciales, las organizaciones que luchan contra la ablación en Kenia aseveran que la costumbre sigue muy arraigada en el país.

La "circuncisión femenina" es realizada sobre todo en el continente africano y se calcula que más de 130 millones de mujeres y niñas han sido sometidas a la misma, mientras cada día otras 6.000 corren el riesgo de sufrirla.

La práctica de la ablación sexual femenina, que es anterior a la llegada del Islam y de las potencias coloniales europeas a Africa, está muy extendida en otros 28 países del continente, donde los respectivos gobiernos también están tomando medidas para erradicarla.
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