JERUSALÉN.- Cinco palestinos que se encontraban refugiados en la basílica de la Natividad de Belén se entregaron esta tarde al Ejército israelí.
Soldados israelíes detuvieron a un grupo de cinco jóvenes palestinos que ondeaba banderas blancas cerca de las puertas de la basílica, donde el cristianismo sitúa el nacimiento de Jesús, y un equipo especial negociador medió para que los palestinos pudieran abandonar el recinto.
Los cinco palestinos no se encuentran en la lista de "buscados" por Israel, que se calculan en menos de una veintena, según fuentes palestinas.
Por el momento se desconoce si son activistas de la resistencia palestina o rehenes que palestinos armados tomaron cuando se atrincheraron en el recinto religioso el pasado 2 de abril.
En el interior de la basílica se cree que siguen refugiados unos 200 palestinos y una treintena de frailes franciscanos y monjas.
El ministro palestino de Información, Yaser Abed Rabbo, dijo hoy que "nunca" aceptarán la deportación porque "el pueblo palestino es muy sensible a ello".
Abed Rabbo se refería a las exigencias del primer ministro israelí, Ariel Sharon, para que los palestinos en el interior de la basílica de la Natividad en Belén se rindan o acepten la deportación.
Fuentes palestinas dijeron que en el interior de la basílica hay entre cinco o seis cadáveres de palestinos, entre ellos varios que resultaron heridos y fallecieron al no ser atendidos por los médicos.
Los cuerpos sin vida han sido llevados a una habitación que se encuentra en una planta subterránea de esa basílica -agregaron las fuentes- que conecta con la Iglesia de Santa Catalina, también cercada desde hace 19 días por las tropas israelíes.
