PARIS.- En Francia se multiplican de forma constante las denuncias acerca de la inseguridad y la violencia en las escuelas, mientras los maestros hacen huelga para exigir más medios y personal para controlar a los jóvenes con problemas.
Hasta ahora no ha habido un drama como el ocurrido en un colegio secundario en la ciudad alemana de Erfurt, donde el viernes pasado un joven asesinó a 17 personas, pero este hecho tiene similitudes con el ocurrido en Nanterre, donde en marzo un hombre mató a ocho concejales en la alcaldía de la localidad cercana a París.
A menudo se dan casos de niños que son extorsionados, amenazados o robados por otros niños mayores. Los maestros son insultados por los alumnos o los padres, algunos de los cuales han llegado a golpear a los profesores.
Uno de los casos que más impactó a la opinión pública fue el de dos alumnas de 13 y 14 años de Besançon, que torturaron a una compañera de 14 años con cortes de un cuchillo.
’’Las tensiones sociales, las familias sin figura paterna y la alta tasa de desempleo llevan a que los jóvenes se vuelvan inestables’’, aseguró un director de escuela en las afueras de París.
Las más afectadas son las escuelas ubicadas en zonas con problemas sociales o los barrios a los que se presta menor atención. Allí, el gobierno creó ’’zonas especiales’’, un estatus que permite contratar a más personal para controlar a los indisciplinados y ofrecerles más actividades.
De acuerdo con las estadísticas de la policía, la violencia de los niños entre sí y los ataques sexuales aumentaron un siete por ciento el año pasado en las escuelas.
Sin embargo, los actos violentos contra los profesores disminuyeron un 27 por ciento en 2001 frente a 2000, y los casos de agresiones leves un 22 por ciento.
