WASHINGTON.- El Presidente estadounidense, George W. Bush, tuvo en cuenta el jueves los progresos en la resolución de la crisis en Medio Oriente, pero intimó al jefe de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, a demostrar su capacidad de conducir a su pueblo a la paz con Israel.
Esta intervención de Bush ante los dirigentes europeos, es la primera desde el levantamiento del sitio de más de un mes impuesto en Ramallá a Arafat por el primer ministro israelí, Ariel Sharon.
Bush expresó claramente su voluntad de que el dirigente palestino, al que se sigue negando a recibir en la Casa Blanca, muestre su verdadero rostro.
"Ha sido decepcionante. Tuvo algunas oportunidades de hacer la paz en el pasado, pero no las aprovechó. Ahora tiene la posibilidad de demostrar que puede dirigir", afirmó Bush durante una conferencia de prensa.
"No por eso se mostró menos "optimista": Hicimos grandes progresos. Pero aún hay mucho por hacer".
Bush, que se comprometió personalmente en la resolución de la crisis, se enfrenta tanto con el rechazo israelí a retirar a sus tropas de los territorios ocupados como con el discurso de Arafat después del levantamiento del sitio a su cuartel general en el sentido de que los soldados israelíes eran "terroristas, nazis y racistas".
"En este mundo existen quienes ven la mitad del vaso vacío. Yo tengo tendencia a ver la mitad llena", admitió.
La administración parece querer aprovechar los progresos hacia una solución pacífica que supone el arreglo en Ramallá para relanzar el diálogo entre Israel y los palestinos, inexistente desde septiembre de 2000.
Bush recibirá a Sharon la semana próxima en Washington y, con el apoyo europeo, intentará convencerlo de retomar las negociaciones con la Autoridad Palestina y al mismo tiempo asegurarse de que Arafat logre evitar nuevos atentados contra civiles israelíes.
"Estados Unidos y la Unión Europea comparten la misma visión de dos Estados, Palestina e Israel, viviendo uno al lado del otro, en paz y seguridad", declaró Bush al término de una entrevista con los presidentes (en ejercicio) de la Unión Europea, José María Aznar, y de la Comisión Europea, el italiano Romano Prodi.
Aznar también hizo referencia a "un Estado palestino democrático e independiente, y a un Estado de Israel que tiene el derecho a vivir en seguridad, calma y sin la amenaza de una agresión terrorista".
Según Bush, "un Estado palestino debe ser instaurado negociando el fin de la ocupación". "Pero tal Estado no puede fundarse sobre el terrorismo y la corrupción", insistió.
Un poco antes, el portavoz de la Casa Blanca Ari Fleischer había señalado que Bush aún no estaba dispuesto a encontrarse con Arafat, porque éste "todavía no se ganó la confianza".
La cooperación con la UE sobre este tema explosivo es aparentemente decisiva para Bush, quien anotó que "mientras la UE y Estados Unidos trabajen juntos, multiplicamos nuestro eficacia".
En esta perspectiva, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, realizará este jueves de tarde en Washington consultas con la UE, Rusia y la ONU.
El apoyo del mundo árabe no parece menos importante. Bush se dijo "estimulado" por su reciente encuentro con el príncipe heredero saudí, Abdalá ben Abdel Aziz, quien presentó una iniciativa de paz en Medio Oriente, así como por "las medidas tomadas (por Arabia Saudita) para hacer progresar su punto de vista sobre la paz".
Recordó que la semana próxima también mantendría conversaciones con el soberano jordano, Abdalá II, "para discutir las próximas etapas" de la paz en Medio Oriente.
"Estoy totalmente convencido de que tendremos necesidad de los esfuerzos saudíes, jordanos y egipcios para construir una paz duradera", dijo.
