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Partido de Sharon debatió creación de un Estado Palestino

Sin embargo, el Primer Ministro israelí pidió que una determinación sobre si conformación quedará postergada para no mostrar a la comunidad internacional señales de división.

12 de Mayo de 2002 | 15:49 | EFE
JERUSALEN.- El bloque de derechas Likud, que preside Ariel Sharon, debatió hoy sobre la creación de un Estado palestino, aunque el primer ministro pidió al partido aplazar la decisión por su imagen ante la comunidad internacional.

Lo que Sharon intentaba ocultar ante la opinión pública internacional y ante los palestinos es la división que hoy quedó de manifiesto en las filas de la derecha nacionalista.

En un convulsivo mitin en Tel Aviv, los miembros del nacionalista Likud votaban esta noche entre dos propuestas: la de Sharon para aplazar cualquier decisión sobre el acuerdo definitivo de paz con los palestinos, y la del ex primer ministro Benjamín Netanyahu para impedir la creación de dicho estado en el futuro.

La posición oficial del partido que gobierna Israel al frente de una coalición de unidad nacional, se decidirá en una doble votación, primero de la propuesta de Sharon, y después, si ésta no progresa, de la de Netanyahu.

Los nacionalistas se reunieron en medio de un ambiente caldeado y en el que surgieron los primeros destellos de campaña electoral con vistas a las elecciones generales previstas para 2003.

Indignado por las interrupciones y los abucheos de los seguidores de Sharon, que por un momento se convirtieron en el “ala moderada del partido”, Netanyahu señaló que el líder palestino, Yaser Arafat, debe ser exiliado de la ANP.

“No a un Estado palestino ni bajo el Gobierno de Arafat, ni bajo el liderazgo de cualquier otra persona, no hoy ni mañana, los palestinos disfrutarán de todos los derechos menos uno: el de destruir a Israel”, afirmó el ex primer ministro en un discurso dirigido contra Arafat y contra Sharon.

“Autogobierno sí, Estado no”, manifestó el ex jefe del gobierno israelí ganándose la ovación de sus seguidores.

Netanyahu encabezó el Gobierno israelí entre 1996 y 1999, cuando perdió las elecciones ante el candidato laborista Ehud Barak, que a su vez las perdió ante Sharon en febrero del año pasado.

A Netanyahu lo apoya la mayoría de los ministros del Likud en el Gobierno de unidad.

La elección de Sharon, con una popularidad del 61 por ciento -Netanyahu le sigue de cerca con el 58 por ciento-, fue la respuesta de los israelíes a la “Intifada de Al-Aksa” y al fracaso del proceso negociador llevado a cabo por Barak, con la mediación del ex presidente de EEUU, Bill Clinton.

Más de 1.500 palestinos y 500 israelíes han muerto en la actual ola de violencia que comenzó en septiembre de 2000, meses después de la fracasada cumbre de Camp David.

Los seguidores del primer ministro trataban esta noche de bloquear una propuesta que, de progresar, podría avergonzarle tan sólo unos meses antes de la conferencia internacional de paz convocada para el verano en Turquía.

Sin el apoyo de su partido, Sharon perdería la credibilidad para negociar un eventual acuerdo con los palestinos, y por ello debió preocuparse hoy más por su estatus dentro del Likud que por la grave situación que vive la región.

“Aquí hay quien ha estrechado la mano de Arafat, entre ellos un ex primer ministro, (pero) yo por el contrario no lo he hecho hasta ahora”, destacó Sharon al recordar los “pecados” de Netanyahu, quien negoció con el líder palestino los Acuerdos de Hebrón (1997) y el Memorandum de Wye Plantation (1998).

Para ganarse al comité central, también recordó la última ofensiva que lanzó “contra las redes terroristas en la ANP” en abril y su negativa a negociar con la ANP mientras no haya una reforma en el Gobierno palestino, como expuso recientemente al presidente de EEUU, George W. Bush.

“Se puede llegar a la paz, pero primero deberán cumplirse dos condiciones: el cese completo del terrorismo, la violencia y la incitación, y después que la ANP experimente una profunda reforma estructural”, subrayó Sharon.

A continuación, expuso su plan de paz, un proceso que incluirá un nuevo acuerdo interino a largo plazo.

“Sólo cuando nos convenzamos de que los palestinos quieren la paz, Israel negociará el estatus definitivo y la naturaleza de las relaciones con los palestinos”, concluyó Sharon sin mencionar la palabra “Estado”, para evitar alarmar a sus correligionarios.

En el pasado, Sharon reiteró en varias ocasiones su apoyo a un Estado palestino independiente sin capacidad militar y cuyas fronteras serían delimitadas en un futuro.
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