EMOLTV

Piden retiro de bases militares de EE.UU. del archipiélago japonés de Okinawa

Unas 8.000 personas se congregaron hoy en Ginowan, doce kilómetros al norte de Naha, la capital del archipiélago, tras completar una marcha por la paz y pidieron, como gesto simbólico, que las armas sean sustituidas por flores.

19 de Mayo de 2002 | 08:53 | EFE
TOKIO.- Las 38 bases militares de Estados Unidos en el archipiélago de Okinawa deben ser desmanteladas, afirmaron miles de activistas que en el XXX Aniversario de la devolución de las islas a Japón no quieren que el 11 de septiembre sirva como excusa para prolongar su presencia.

Unas 8.000 personas se congregaron hoy en Ginowan, doce kilómetros al norte de Naha, la capital del archipiélago, tras completar una marcha por la paz y pidieron, junto al cantante Shoukichi Kina, como gesto simbólico, que las armas sean sustituidas por flores.

A pocos kilómetros del lugar donde se celebró este festival el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, el gobernador de Okinawa, Kiichi Inamine, y el embajador de EE.UU. en Japón, Howard Baker, celebraron otro acto oficial al que asistieron unos 1.200 invitados.

El representante estadounidense recordó que Japón y EE.UU. son dos países amigos y que prueba de tal amistad es el apoyo logístico proporcionado por Tokio a la campaña antiterrorista lanzada contra Afganistán.

Las bases de Okinawa son utilizadas en ésta y otras operaciones antiterroristas como la lanzada en Filipinas por la Infantería de Marina estadounidense, lo que ha reforzado el valor estratégico de las mismas, muy alto de por sí por estar cerca de Taiwán, China y la península de Corea.

Las instalaciones estadounidenses ocupan unas 23.800 hectáreas, casi el diez por ciento de la superficie total del archipiélago de Okinawa, donde viven 1,3 millones de personas.

Antes de los atentados de septiembre, Washington había considerado la integración de algunas bases para reducir costes y destinar esos fondos a otros proyectos defensivos como el desarrollo de sistemas antimisiles.

Sin embargo el vicesecretario de Estado, Richard Armitage, quien visitó Japón este mes, aclaró que tales esfuerzos han sido abandonados por George W. Bush y que ahora hacen falta otros colectivos contra el terrorismo.

Muchos habitantes de Okinawa consideran irritante la masiva presencia militar estadounidense en una provincia que es sólo el 0,6 por ciento de la superficie de Japón, pero que acoge al 75 por ciento de los 47.000 ’’marines’’ desplegados en todo el país.

El propio gobernador Inamine, un empresario metido a político más moderado que su predecesor, lamenta la falta de compromiso de Tokio y Washington para hacer desaparecer las bases en quince años como máximo.

El Gobierno central no apoya esa propuesta por temor a que EE.UU. exija el traslado de las bases a otras provincias y ello quebrante la popularidad del partido gobernante.

Okinawa, situada a unos 1.500 kilómetros al suroeste de Tokio, más cerca de Taiwán que del resto de Japón, fue un reino independiente que mantuvo estrechas relaciones con China y Taiwán hasta quedar asimilada a Japón por la fuerza en 1879.

Su nombre entró en la historia en 1945 al convertirse en el único territorio japonés, salvo el colonial, en el que se libraron combates entre las tropas estadounidenses y el Ejército Imperial de Hirohito.

Tras el desembarco estadounidense en abril, murieron 238.000 soldados de ambos bandos y civiles durante la batalla entre las fuerzas estadounidenses contra las japonesas, que fracasaron en su modelo de ’’guerra total’’.

A partir de 1945 y durante 27 años el territorio quedó bajo soberanía de EE.UU. hasta que su presidente Richard Nixon permitió su devolución a Japón, que se concretó el 15 de mayo de 1972.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?