MIAMI.- La arquidiócesis de Miami reconoció que ha suspendido de sus deberes sacerdotales a siete curas relacionados a escándalos sexuales y que, desde 1998, otros cuatro se han retirado a causa de acusaciones de abuso sexual contra menores.
En un documento publicado hoy por el diario "The Miami Herald", la arquidiócesis señaló que se entregaron a las autoridades judiciales del condado de Broward, al norte de Miami, los antecedentes de cuatro sacerdotes acusados de abuso sexual a menores. El memorandum no reveló la identidad de los curas.
Las autoridades eclesiásticas también estarían considerando la posibilidad de hacer lo mismo, la próxima semana, con una serie de casos en el condado de Miami-Dade, según informó hoy el diario.
De acuerdo a la empresa de relaciones públicas Wragg & Casas, que fue contratada para manejar las relaciones de la Iglesia de Miami con la prensa, las suspensiones realizadas no significan que esas personas son culpables sino "que se ha tomado esa medida para prever cualquier posible nuevo incidente".
Ray Casas, director de la firma, dijo que "hasta el momento no tenemos informaciones sobre acusaciones creíbles contra algún miembro activo del clero perteneciente a la arquidiócesis".
El ejecutivo agregó que "la arquidiócesis se toma muy seriamente la protección de los menores".
Actualmente se ventilan en tribunales de Miami cinco demandas contra sacerdotes, y contra la arquidiócesis, por abusos sexuales contra menores realizados, en su mayoría, durante las décadas de los años 70 y 80.
A diferencia de otras arquidiócesis de EE.UU., donde la iglesia ha sido devastada recientemente por centenares de escándalos sexuales, la de Miami había guardado silencio, hasta ahora, frente a las demandas.
Portavoces de la institución habían dicho que la arquidiócesis de Miami no entregaría información personal sobre "casos pasados".
En abril, el arzobispo de Miami John C. Favalora envió a los católicos de su parroquia un mensaje grabado en un vídeo en el que aseguraba que en su diócesis no habían "sacerdotes problemáticos".
Los datos de la Iglesia católica indican que 430 sacerdotes prestan servicios a unos 800.000 feligreses en el sur de Florida.
