EMOLTV

Ramallá se prepara para invasión israelí prevista para esta noche

En la ciudad las tiendas permanecen cerradas, los empleados han abandonado sus trabajos, las ONGs y extranjeros se han trasladado a otros lugares y las sedes de la ANP ya fueron evacuadas, a la espera de la invasión israelí anunciada tras el atentado perpetrado ayer en Jerusalén, que causó la muerte a 19 israelíes y dejó heridos a más de 50.

19 de Junio de 2002 | 09:14 | EFE
RAMALLÁ.- La población de Ramallá se prepara para una invasión militar israelí de larga duración, quizás esta misma noche, y permanece en sus casas a la escucha de noticias, mientras han sido ya evacuadas las sedes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Las tiendas permanecen cerradas, los empleados han abandonado sus trabajos y la capital administrativa de la ANP aguarda los próximos movimientos del Ejército, que ya ha penetrado en las ciudades cisjordanas de Jenín, Naplusa y Kalkilia.

Organizaciones no gubernamentales y extranjeros están abandonando la ciudad ante la posible invasión militar israelí de Ramallá, tras la decisión durante la madrugada pasada del Gobierno de Israel de ocupar las zonas A, territorios bajo la autoridad exclusiva de la ANP, para impedir atentados suicidas.

Fuentes israelíes aseguran además que los colaboradores más allegados a Yasser Arafat, la mayoría de ellos en Ramallá, podrían ser expulsados una vez que se desestimara la deportación del presidente palestino para evitar que su imagen se viera reforzada.

Los hospitales de Ramallá han preparado un plan de emergencia ante una posible ocupación de la ciudad por parte de las Fuerzas Armadas israelíes como la sufrida desde el pasado 29 de marzo al 2 de mayo en la invasión masiva de Israel a Cisjordania, durante la cual los soldados israelíes impidieron el paso de ambulancias, la atención a los heridos e incluso enterrar a los muertos.

Tras el atentado perpetrado ayer en Jerusalén, que causó la muerte a 19 israelíes y dejó heridos a más de 50, los residentes de Ramallá, ciudad situada a 16 kilómetros de Jerusalén, se lanzaron ayer mismo a la calle para aprovisionarse de alimentos, agua y velas.

Nama Hissen, de 35 años y profesora, dijo a EFE que "en cuanto oí lo del atentado inmediatamente salí de casa para comprar comida, porque creo que la ocupación ésta vez va para largo".

También criticó el atentado de Jerusalén porque "es muy alto el precio que tenemos que pagar, pues hemos perdido la seguridad y la estabilidad de nuestras vidas".

El dueño del supermercado donde la profesora hacía sus compras, Yaman Alawnih, de 54 años, aseguró que "a pesar de que la gente viene en masa a comprar ahora, si los israelíes entran en Ramallá otra vez perderé todo mi trabajo, e incluso no podré garantizar a mi familia que siga con vida".

Sobre el atentado suicida, Alawnih afirmó que "esos ataques no son la forma de acabar con la ocupación israelí, pero al mismo tiempo entiendo que la gente pueda sentirse sin esperanza y que ese sentimiento llegue a empujar a hacer cualquier cosa".
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?