BUENOS AIRES.- El Presidente argentino Eduardo Duhalde dijo que si el Fondo Monetario Internacional (FMI) no hubiera postergado los vencimientos de deuda de julio Argentina habría caído en cese de pagos, pero reconoció que esto no implica un gran avance en las negociaciones con el organismo.
"Nosotros necesitamos ir más rápido. De todas maneras, esto no es un avance sustancial, pero estamos en el buen camino para poder ir ordenando la economía", señaló el Mandatario.
En efecto, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, logró el viernes en Estados Unidos posponer el pago de 1.000 millones de dólares que Argentina debía desembolsar en julio al FMI.
Duhalde admitió que "sin la prórroga" de esa deuda "no hubiéramos podido pagar" a ese organismo internacional, pues las reservas del país apenas superan 9.000 millones de dólares. Otros 700 millones deben ser desembolsados al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aunque Lavagna confía en conseguir también en ese caso una postergación.
Aunque Argentina se declaró en cesación de pagos en diciembre pasado, hasta ahora ha cumplido sus compromisos con organismos multilaterales.
Argentina busca sellar un acuerdo con el Fondo que le abra las puertas a otros créditos con organismos multilaterales que le permitan iniciar el camino de salida a la más profunda crisis económica de su historia.
En declaraciones formuladas en su programa radial "Conversando con el Presidente", Duhalde dijo que la Argentina está "necesitando créditos", situación que en estos momentos "impide que prospere la situación de estabilidad".
Por su parte, el FMI anunció que Argentina resolvió algunos de los requisitos impuestos por el organismo, como la derogación de dos leyes, pero que aún quedan temas por resolver: lograr que todas las provincias adhieran a un pacto fiscal que establece un recorte de 60% en su gasto, ordenar el sector bancario, adoptar un ancla monetaria para evitar una hiperinflación e impulsar la independencia del Banco Central.
