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Sánchez de Lozada ganó elecciones bolivianas

Sin embargo, no logró la mayoría que necesitaba para ser elegido en forma directa y su nominación como el próximo Presidente de Bolivia deberá ser decidida por una votación del congreso boliviano, que deberá escoger entre él y el candidato que obtenga la segunda mayoría nacional, puesto que disputan el militar retirado Manfred Reyes Villa y el líder cocalero Evo Morales.

06 de Julio de 2002 | 17:30 | Reuters
LA PAZ, jul 6 (Reuters) - El ex presidente liberal, Gonzalo Sánchez de Lozada, quien promete crear masivos empleos y sacar a Bolivia de una actual crisis económica, ganó las más apretadas elecciones en la historia del país, confirmó el sábado el cómputo oficial del comicio.

El ex mandatario, de 72 años, no alcanzó, sin embargo, la mayoría absoluta de los sufragios, como anticiparon todos los pronósticos.

En consecuencia, disputará su retorno a la presidencia en una votación parlamentaria prevista para el 3 de agosto con el segundo candidato más votado en las elecciones celebradas el 30 de junio.

El militar retirado populista Manfred Reyes Villa y el líder cocalero Evo Morales disputaban codo a codo ese segundo lugar con una diferencia de apenas 1.948 votos.

Pero la proyección de apenas 0,9 por ciento de las mesas electorales que restan pos escrutarse en la Corte Nacional Electoral, máximo tribunal de la consulta, anticipaban la probable victoria de Morales, un indígena izquierdista, de 42 años, convertido en el fenómeno político del reñido comicio.

El computo

La Corte confirmó el sábado, al escrutar 99,1 por ciento de las casi 20.000 mesas en que votaron los electores bolivianos, que Sánchez de Lozada obtuvo 22,4 por ciento, inalcanzable para cualquiera de sus dos perseguidores.

El ex mandatario, candidato del centrista Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), ganó simultáneamente 11 senadores y 42 diputados en la conformación del nuevo Congreso, cuyos 157 miembros fueron también elegidos.

Pero Sánchez de Lozada, un rico empresario minero que gobernó el país entre 1993 y 1997, no podrá alcanzar nuevamente la presidencia en la votación parlamentaria, salvo que su partido se alíe con otras fuerzas políticas.

La norma constitucional boliviana establece que el empate entre los dos candidatos presidenciales con mayor votación popular debe dilucidarse en el Congreso con la mayoría absoluta del plenario de sus 27 senadores y 130 senadores, es decir con 80 votos.

El cómputo oficial de la Corte, que concluiría recién el lunes debido a fuertes nevadas que impidieron el traslado de actas electorales de zonas rurales en el sureño departamento andino de Potosí, concluiría el lunes.

Reyes Villa, candidato de la centroderechista Nueva Fuerza Republicana (NFR), se hallaba en segundo lugar, con 20,9 por ciento de los votos.
Pero su ventaja de apenas 1.948 votos sobre Evo Morales, del Movimiento al Socialismo (MAS), a quien la Corte adjudicó 20,8 por ciento, se esfumaría al ser compatibilizados los votos restantes de Potosí.

El líder indígena disponía en ese departamento de un primer lugar, con 26,5 por ciento de los votos, por encima, incluso, del MNR. cm-bd

Evo, el fenómeno indígena

Morales, en caso de confirmarse su segundo lugar, se convertirá en el primer indígena que llega a una instancia final para la disputa de la presidencia de Bolivia, una nación de mayoritaria población indígena pero gobernada desde su fundación como república, en 1825, por políticos o militares, de raza blanca o mestiza, siempre establecidos en las ciudades.

Las proyecciones preliminares del cómputo oficial anticipaban que el MAS de Morales tendrá ocho senadores y diputados en el nuevo Congreso, mientras que la NFR de Reyes Villa dispondrá de sólo dos senadores y 18 diputados.

El lider campesino encabeza cinco federaciones de productores de coca, que involucran a unas 35.000 familias, en la región del Chapare, en el centro del país, convertida desde hace más de una década en escenario de violencia.

Mientras los cocaleros dicen defender sus cultivos de coca como único sustento de vida, el gobierno considera esas plantaciopnes como ilegales y orientadas a la elaboración de cocaína para el narcotráfico.

Operativos militar-policiales y enfrentamientos con los cocaleros dejaron una veintena de muertos y decenas de heridos en el Chapare durante los dos últimos años. ’’La coca del Chapare será legal’’, prometió Morales durante la campaña.

En el cuarto lugar del cómputo y prácticamente con el fiel de la balanza en la mano resultó el también ex presidente y candidato del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Jaime Paz Zamora.

El ex mandatario socialdemócrata, de 63 años, mantiene en suspenso por quién se inclinarán en el Congreso los vitales votos de sus probables cinco senadores y 27 diputados.
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