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Anciano que quería morir en prisión se suicida tras quedar libre

Coval Russell, de 92 años, fue encontrado muerto el miércoles debajo un puente sobre el río Feather, de 13,3 metros de altura y ubicado a 260 kilómetros al noreste de San Francisco, dijo el teniente Tony Burine, de la Oficina Forense del condado de Butte, en Estados Unidos.

11 de Julio de 2002 | 18:20 | Reuters
OROVILLE, EE.UU.- Un ex recluso de 92 años que había rogado que le permitieran seguir en prisión por el resto de su vida se suicidó a pocos días de haber sido liberado, saltando desde un puente en California, dijeron el jueves funcionarios.

Coval Russell fue encontrado muerto el miércoles debajo un puente sobre el río Feather, de 13,3 metros de altura y ubicado a 260 kilómetros al noreste de San Francisco, dijo el teniente Tony Burine, de la Oficina Forense del condado de Butte.

Apodado "Pops" en la Prisión del Condado de Butte, Russell pasó 426 días tras las rejas por apuñalar en abril del 2001 al dueño de la vivienda en la cual residía, un hombre de 70 años. Esa fue la única vez en toda su vida que infringió la ley.

Russell, quien nunca se casó ni tuvo hijos, parecía estar a gusto en la cárcel, donde disfrutaba de sus relaciones con los guardias y convirtiéndose en una especie de abuelo adoptivo de muchos de los reclusos más jóvenes.

"Éramos una banda, pero de todas formas éramos como una familia", dijo Albert Morford, un hombre de 42 años que estaba en la cárcel por una acusación relacionada con las drogas, en declaraciones a Los Ángeles Times, diario que había entrevistado a Russell después de su liberación.

Ciego en un ojo y afectado por un cáncer de próstata, Russell, quien se cree era el recluso más viejo de las cárceles de los condados de California, trató de permanecer en prisión mientras su abogado presentó aplazamientos para tratar de evitar la inevitable liberación.

El 26 de junio, un juez ordenó que Russell fuera puesto en libertad, diciendo que la cárcel no era el lugar adecuado para un hombre de su edad y de su deteriorada salud.

Después de pasar unas semanas en un motel local, Russell salió el miércoles de su habitación para pagar los 41 dólares correspondientes a otra noche de hospedaje. Luego llamó a un taxi.

Russell, quien había conversado con Los Ángeles Times días antes de su muerte, dijo que no sabía qué hacer de sí mismo sin sus amigos de la cárcel.

"Mi futuro está vacío", dijo. "A mi edad y con mi estado físico es como estar muerto mientras uno sigue con vida".
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