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Disturbios y violencia en marcha protestante en Irlanda del Norte

En dos de los actos que dan comienzo al aniversario del "Doce de Julio" a lo largo de la zona protestante de Shankil Road, en Belfast, hombres armados salieron en la medianoche para lanzar disparos al aire en medio de una multitud que observaba complacida la muestra de fuerza.

12 de Julio de 2002 | 09:55 | Reuters
BELFAST.- Guerrilleros protestantes enmascarados lanzaron este viernes disparos al aire para celebrar el inicio de las marchas de grupos pro británicos en Irlanda del Norte, pero la policía teme que se produzcan actos de violencia tras hallar un alijo de bombas incendiarias.

En dos de los actos que dan comienzo al aniversario del "Doce de Julio" a lo largo de la zona protestante de Shankil Road, en Belfast, hombres armados salieron en la medianoche para lanzar disparos al aire en medio de una multitud que observaba complacida la muestra de fuerza.

Las demostraciones de fuerza por parte de los Luchadores por la Libertad del Ulster (UFF, por sus siglas en inglés) y de la Fuerza Voluntaria del Ulster (UVF) se produjeron al encenderse enormes hogueras situadas en toda la provincia para conmemorar una victoria en el campo de batalla de los protestantes en el siglo XVII.

Mientras columnas de humo se elevaban hacia el cielo, decenas de miles de miembros de la protestante orden de Orange, con sus distintivos fajines color naranja y sombreros de hongo, ocuparon las calles para las marchas de la mañana.

Los protestantes de toda Irlanda del Norte, descritos como unionistas o lealistas por desear que se preserven los vínculos con Gran Bretaña, encendieron las fogatas como parte de las celebraciones por el aniversario de una derrota de los católicos en la Batalla de Boyne de 1690.

La cita es uno de los momentos más tensos que vive cada año Irlanda del Norte y que en esta ocasión se celebra tras el resurgimiento de la violencia en las calles de la provincia gobernada por los británicos.

Políticos moderados confiaban en que el día termine en paz, pero se temía que bandas paramilitares en los sectores católicos y protestantes puedan desatar graves disturbios y socavar aún más el frágil proceso de paz del Acuerdo del Viernes Santo de 1998, con el que se pretende poner fin a tres décadas de enfrentamiento sectario en la provincia bajo dominio británico.

Los disturbios en la marcha el domingo en Drumcree de los seguidores de la Orden de Orange dejaron 31 policías heridos.

Las marchas más vigiladas fueron las de Springfield Road y Ardoyne, en zonas de Belfast, donde las manifestaciones protestantes atraviesan zonas católicas y donde cientos de personas han resultado heridas en disturbios en años anteriores.

En Ardoyne, la policía y las tropas montaron una operación masiva -incluida la formación de una línea de vehículos armados, la presencia de perros policías y helicópteros sobrevolando el lugar- para separar a los protestantes de Orange de los católicos.

La banda de la Orden de Orange quedó en silencio, excepto por el toque de un tambor, mientras los participantes en la marcha ondeaban estandartes destacando la victoria el 12 de julio de 1690 del protestante rey Guillermo III de Orange sobre el rey católico Jaime II a orillas del río Boyne.

Los manifestantes católicos silbaron, gritaron y lanzaron pequeños objetos, sin que se produjeran grandes actos de violencia.

El jefe de la policía de Belfast, Alan McQuillan, acusó a grupos republicanos católicos de planear el traslado en autobús de cientos de jóvenes para participar en disturbios cuando la marcha regrese a última hora del viernes.

"Esto no es propaganda, esto es una preocupación real respecto a lo que alguna gente diabólica está planeando allí", dijo.

Los católicos, que en su mayoría quieren unirse con la República de Irlanda, en el sur, tienen su propia temporada de desfiles en agosto.
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