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Posible guerra a Irak preocupa a los aliados de Estados Unidos

El Canciller alemán Gerhard Schroeder se pronunció en contra de la invasión y advirtió que no enviará fuerzas a tal "aventura".

22 de Agosto de 2002 | 15:15 | AP
LONDRES.- El tema de un posible ataque norteamericano contra Irak tiene preocupados a los aliados de Estados Unidos, en un mundo temeroso por las implicaciones de una segunda guerra contra Saddam Hussein.

El Presidente norteamericano George W. Bush intentó el miércoles calmar las conjeturas de una posible campaña en Irak, pero tendrá que atender las profundas dudas de los aliados si decide pelear contra el hombre que considera una amenaza para la paz internacional.

El viceministro ruso de Relaciones Exteriores Vyacheslav Trubnikov consideró el jueves "inaceptable" la idea de atacar Irak, por considerar que su país no concuerda en que Saddam deba ser derrocado. Rusia confirmó el lunes que habló con Irak sobre un acuerdo comercial de 10 años.

El secretario británico de Relaciones Exteriores Jack Straw reiteró el jueves que la opción militar sigue siendo una alternativa, pero dijo a la British Broadcasting Corporation que la política gubernamental se centrará en reanudar las inspecciones de armamento en Irak.

El Canciller alemán Gerhard Schroeder se pronunció en contra de la invasión y advirtió que no enviará fuerzas a tal "aventura".

El ministro canadiense de Defensa John McCallum dijo que es "altamente improbable" que Canadá participe en la ofensiva a no ser que Bush presente pruebas contundentes de la amenaza planteada por Saddam. Alemania y Canadá enviaron soldados a la guerra en Afganistán.

Otros aliados europeos se mostraron indecisos, mientras que los estados del Oriente Medio que aportaron una ayuda crucial en la Guerra del Golfo Pérsico dijeron que se oponen o que tienen graves dudas sobre la conveniencia de iniciar ahora una guerra contra Saddam.

Incluso la población de Gran Bretaña, cuyo respaldo tendrá una importancia clave en cualquier plan bélico de Estados Unidos, no quiere que sus soldados se vean mezclados en una ofensiva norteamericana contra Irak.

El primer ministro Tony Blair habló con frecuencia de la amenaza planteada por Saddam y, aunque insiste que no adoptó aun decisión alguna, su aquiescencia será crucial en los planes de Bush para derrocar al hombre fuerte iraquí.

El mandatario norteamericano acusa a Irak de desarrollar armas de destrucción masiva y agregó que Saddam no dudará en usarlas.
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