BOGOTA.- El gobierno de Colombia anunció el jueves el reclutamiento de 20.000 campesinos por el Ejército, mientras la principal guerrilla del país cuestionó la decisión del Presidente Álvaro Uribe de buscar reanudar una negociación de paz a través de la ONU.
La incorporación de los campesinos, a los que dará entrenamiento militar, armas, uniformes y una remuneración mensual, hace parte de una estrategia para frenar los ataques de la guerrilla a los pueblos en el marco de una guerra interna de casi cuatro décadas, explicó el Ejército.
"La idea es que los campesinos reciban un entrenamiento militar, tengan fusil, estén en sus pueblos de origen y en caso de necesidad combatan a la guerrilla cuando se presenten ataques", dijo a Reuters un oficial del Ejército.
Con la iniciativa se pretende proteger a unos 500 de los 1.097 municipios de Colombia, vulnerables a los ataques de los rebeldes. En cada pueblo quedaría un contingente de 100 miembros de las Fuerzas Armadas, precisó el oficial.
La iniciativa gubernamental provocó opiniones divididas entre congresistas, pero tuvo respaldo de industriales y empresarios, los más afectados por la inseguridad y los secuestros de la guerrilla.
"Lo que si no estoy de acuerdo desde ningún punto de vista es que los civiles se armen", dijo el senador independiente Samuel Moreno.
Mientras, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en su primera comunicación a Uribe desde que asumió el 7 de agosto en medio de una ola de ataques explosivos en Bogotá que dejaron 20 muertos, acusaron al mandatario de tener un discurso de "guerra total".
Uribe, un abogado de 50 años disidente del Partido Liberal, se propone duplicar los efectivos de las Fuerzas Armadas, aumentar en 1.000 millones de dólares anuales el gasto militar desde los actuales 3.100 millones, y crear una red de un millón de civiles que apoyen el Ejército y la policía.
El mandatario también decretó recientemente el estado de conmoción interior, que lo autoriza para tomar medidas para frenar la violencia.
FARC dicen que el conflicto es con Estado colombiano
Pese a sus iniciativas para contener a los grupos ilegales armados, Uribe dejó abierta la posibilidad de reanudar un proceso de paz con la guerrilla con la intervención de buenos oficios de las Naciones Unidas y con la condición de que los rebeldes suspendan sus hostilidades.
Pero las FARC, el grupo rebelde activo más antiguo y numeroso del continente con 17.000 combatientes, cuestionaron la decisión del nuevo gobierno en el tema de la paz.
"Si la insurgencia decidiera aceptar un diálogo condicionado, como usted lo propone, el interlocutor de la guerrilla, según el planteamiento suyo, no será ni usted ni el gobierno que usted preside, sino la ONU, organización está con la que conservamos buenas relaciones", aseguró la guerrilla.
"Como si el conflicto social y armado que padece Colombia por cerca de cuatro décadas, fuera entre la ONU y la insurgencia colombiana y no entre la insurgencia y el Estado colombiano", agregaron las FARC en la misiva a Uribe.
El grupo rebelde, con el que el gobierno del ex Presidente Andrés Pastrana mantuvo conversaciones de paz hasta febrero pasado, reiteró que está dispuesto a negociar con Uribe a partir de la agenda que acordó en ese proceso.
La agenda involucra los principales problemas económicos y sociales del país y una reforma agraria. Adicionalmente insistieron en que se les entregue el control de los selváticos departamentos del Caquetá y Putumayo, las dos principales zonas cocaleras del país, fronterizas con Perú y Ecuador.
La zona que piden las FARC, de 113.850 kilómetros cuadrados, es casi tres veces más grande a la que desmilitarizó Pastrana para la fallida negociación y que tenía 42.000 kilómetros cuadrados, dos veces el tamaño de El Salvador.
Colombia es considerada por Estados Unidos como el principal productor mundial de cocaína con 580 toneladas anuales. Las FARC son acusadas de obtener millonarios recursos del narcotráfico.
De inmediato ningún funcionario del gobierno de Uribe se refirió a la carta del grupo guerrillero.
Por otra parte, la policía informó que combates entre comandos de la guerrilla urbana y paramilitares de ultraderecha en un sector obrero de la noroccidental ciudad de Medellín, capital del departamento de Antioquia, dejaron ocho muertos.
Los enfrentamientos que se registraron el miércoles se producen como parte del conflicto interno de 38 años que dejó 40.000 muertos en la última década. Rebeldes y paramilitares luchan por el control territorial de amplias zonas de Medellín.
Finalmente, la Fiscalía General inició una investigación contra los máximos jefes de las FARC, incluido el legendario Manuel Marulanda, alias "Tirofijo", por la supuesta utilización de armas químicas en ataques a cuarteles de policía.
