TULKAREM, Cisjordania.- Militantes palestinos ejecutaron a una mujer acusándola de haber colaborado con Israel luego de haberla sacado de su casa en Cisjordania y de llevarla hasta la plaza central de Tulkarem para dispararle, informaron el domingo fuentes palestinas.
Ikhlas Yassin, una mujer de 35 años y madre de tres hijos, fue sacada a la fuerza de su casa en la noche del sábado y obligada a confesar haber colaborado con Israel. Luego recibió un disparo en el pecho y otro en la cabeza por militantes de un grupo vinculado a la facción Fatah del presidente Yasser Arafat.
Esta es la primera vez que una mujer es asesinada por colaborar, presuntamente, con los israelíes.
En el pasado, decenas de hombres fueron ejecutados por esa razón por los militantes, y algunas veces sus cuerpos fueron mutilados y arrastrados por ciudades cisjordanas desde que comenzó el levantamiento palestino contra la ocupación israelí hace 23 meses.
En una presunta confesión grabada en video, la mujer, que vestía un paño amarillo en la cabeza y anteojos, dijo que le había pasado información a su hermano sobre los movimientos de un militante buscado por los israelíes y que luego fue asesinado por el Ejército.
Cuando un hombre, que no aparece en las imágenes le preguntó si estaba siendo obligada a confesar, la mujer, que parecía temerosa durante la grabación casera, respondió "no".
Luego se le preguntó si quería dar un mensaje a los palestinos, y dijo: "Les quiero decir a todos los niños y niñas, a los jóvenes y a los viejos, que no colaboren (con los israelíes), aunque eso implique la muerte".
Las Brigadas Mártires de Al-Aqsa, un grupo militante vinculado con la facción Fatah de Arafat y que es considerado por Estados Unidos como una organización terrorista, dijeron en una llamada telefónica a Reuters que ejecutaron a la mujer en la noche del sábado.
Mientras tanto, soldados israelíes allanaron el domingo el poblado palestino de Salfit y arrestaron a presuntos militantes, después de que las conversaciones que buscaban aliviar la presión militar en Cisjordania y Gaza terminaron en discordia.
Al menos seis palestinos fueron arrestados en la operación que comenzó en la madrugada al norte de la ciudad cisjordana de Ramallá. Otros cinco fueron detenidos durante la noche en varios lugares de Cisjordania.
La incursión de Salfit siguió a un enfrentamiento a tiros que se registró el sábado en la ciudad cisjordana de Jenín, donde murió un palestino. El incidente subrayó la debilidad de un acuerdo alcanzado hace una semana para que las tropas israelíes abandonaran las áreas palestinas a cambio de la calma.
Bajo el acuerdo, Israel retiró la semana pasada sus tropas de Belén, una de las siete ciudades reocupadas tras varios atentados suicidas que se registraron en junio en Israel.
La retirada de Belén fue vista como una prueba para una tregua duradera que pusiera fin al derramamiento de sangre en el levantamiento palestino contra la ocupación israelí.
Pero todavía está por cumplirse una promesa de aliviar las restricciones de tránsito de los palestinos en la Franja de Gaza y militares descartaron una nueva retirada de la ciudad de Hebrón en un futuro cercano.
"En primer lugar, tenemos que intensificar el esfuerzo (de detener la violencia) en Gaza y Belén. No tendría sentido seguir adelante (...) a menos que haya calma y paren las amenazas (de nuevos ataques)", dijo el ministro de Defensa, Benjamin Ben-Eliezer.
"En Hebrón todavía existen muchas amenazas (...). Queremos llevar este proceso paso a paso (...) y no irnos más lejos de sus capacidades", agregó, refiriéndose a las fuerzas de seguridad palestinas encargadas de mantener el orden en los lugares de donde se retiren las tropas israelíes.
Por lo menos 1.510 palestinos y 589 israelíes han muerto desde que comenzó el levantamiento en septiembre de 2000, tras el estancamiento de las negociaciones de paz.
