NASHVILLE.- El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, hizo este lunes un llamado para "liberar" a Irak, al afirmar que ahora es el momento para un ataque preventivo contra el Presidente Saddam Hussein.
Cheney utilizó una reunión de los Veteranos de Guerras en el Extranjero para rechazar los temores, expresados públicamente por algunos representantes de su propio Partido Republicano, de que una acción preventiva marcaría un cambio radical en la política exterior de Estados Unidos.
Citando lo que consideró como un peligro inminente de que las armas iraquíes de exterminio masivo pudieran caer en manos de terroristas, Cheney dijo que Estados Unidos no puede darse el lujo de no hacer nada.
En caso de ser necesario, libraría una guerra de liberación y no de conquista.
"El riesgo de no actuar es mucho mayor que el riesgo de la acción", dijo Cheney, en declaraciones claramente dirigidas a ganar adeptos entre la opinión pública nacional y hacer frente al escepticismo internacional sobre una acción militar para derrocar a Hussein.
"Y el mundo entero debe saber que tomaremos cualquier acción que sea necesaria para defender nuestra libertad y nuestra seguridad", agregó.
El vicepresidente, que fue secretario de Defensa durante la Guerra del Golfo de 1991, dijo que la proliferación de armas de exterminio masivo, el rechazo de Irak a un sistema viable de inspección y la hostilidad de Hussein, "se combinan para producir un imperativo para una acción preventiva".
Amenaza mortal
"Lo que no debemos hacer ante un amenaza mortal es hacernos ilusiones o caer en la ceguera voluntaria. No nos limitaremos a mirar hacia otro lado, esperar que suceda lo mejor y dejar el asunto para que una futura administración lo resuelva", dijo.
Las declaraciones de Cheney, una fuerte respuesta a las palabras de precaución de varios líderes republicanos, se dieron mientras la Casa Blanca afirmó que el Presidente George W. Bush tiene la autoridad legal para atacar a Irak sin una aprobación especial del Congreso.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo que los abogados del gobierno llegaron a la conclusión de que Bush tiene la autoridad para ordenar una acción militar, aunque dejó abierta la posibilidad de que el Mandatario consulte con el Congreso.
"El Presidente, al tanto de esta determinación, si toma una decisión sobre el uso de la fuerza, tomará la decisión sobre una votación del Congreso con base en más que sólo factores legales", dijo.
Funcionarios de la Casa Blanca repitieron el lunes que Bush no ha tomado una decisión sobre un ataque a Irak y que consultaría con el Congreso sobre las medidas futuras.
