NACIONES UNIDAS.- En lo que constituye una decisión histórica, Suiza ingresó este martes a las Naciones Unidas con una afirmación de su tradicional neutralidad y un nuevo compromiso con los derechos humanos, la paz mundial y la lucha contra la pobreza.
La Asamblea General de la ONU debe admitir a Suiza como su miembro 190 en uno de los primeros actos oficiales de la organización mundial cuando inaugure su sesión 57 en la tarde de este martes.
Después, el Presidente Kaspar Villiger y otros funcionarios suizos se unirán al secretario general de la ONU, Kofi Annan, en una ceremonia para izar la bandera de Suiza en los cuarteles generales de la ONU.
Enérgicamente protectores de su neutralidad, los suizos decidieron en marzo, tras una reñida votación, unirse a la ONU, dando un significativo paso lejos de su tradicional aislamiento, en momentos en que la nación alpina cede ante la necesidad de impulsar sus relaciones exteriores.
Fieles a su reputación de buenos y conscientes trabajadores, los suizos ya están evaluando cuál será su papel exacto en el organismo mundial y cómo afectará su condición de neutralidad.
"Es muy importante para nosotros que el principio de neutralidad, profundamente enraizado en Suiza, retenga su validez", dijo Villiger en declaraciones preparadas para las festividades del día.
Pero la neutralidad suiza "no es de ninguna manera interesada", dijo. "No hay neutralidad ante el crimen. La neutralidad es un instrumento que puede contribuir a su manera al logro de valores y metas comunes".
El montañoso estado, de 7,2 millones de habitantes, conmemora la ocasión con su típica reserva, pues los sobrios suizos se niegan a dejar que la champaña se les suba a la cabeza.
Aunque allí se pueden ver las imágenes del acontecimiento, la ausencia de pompa y ceremonia será notable en las inmaculadas calles de las ciudades suizas.
Bajo el titular "Incluso los pequeños pueden lograr algo", el popular periódico "Blick" resumió la actitud nacional, cuando advirtió que el trabajo de Suiza en la ONU estaba punto de comenzar.
"Izar banderas y chocar copas no es la forma en que se hace", dijo el diario. "Si Suiza quiere lograr algo en el organismo mundial, los diplomáticos tienen que subirse las mangas".
"Un sitio y un voto no son un fin en sí mismos", señaló el periódico "Tagesanzeiger".
Suiza ha estado relacionada con la ONU como una de sus principales contribuyentes al presupuesto, y anfitriona de sus cuarteles generales en Ginebra.
El ministro de Relaciones Exteriores Joseph Deiss ha dicho que los suizos podría cavar un espacio para ellos concentrándose en los derechos humanos y la aprobación de reformas, y mantener su neutralidad en el proceso.
