EMOLTV

Periodistas relatan conversación con guerrilleros chechenos

Los periodistas Giulio Gelibter y Roberto Scarfone, lograron ingresar al teatro y dialogar con el grupo de la rebelde región separatista.

24 de Octubre de 2002 | 13:06 | ANSA
MOSCU.- "Estamos dispuestos a morir, no aceptaremos compromiso alguno, nuestras condiciones son la retirada de las tropas rusas de Chechenia", dijeron los rebeldes chechenos atrincherados desde anoche en el teatro Dubrovka a dos periodistas de la agencia ANSA que lograron entrar esta mañana en el edificio, a pesar del fuerte cerco de las fuerzas de seguridad rusas.

Los periodistas Giulio Gelibter y Roberto Scarfone, lograron superar esta mañana, alrededor de las 08.30 GMT, los puestos de bloqueo, los grupos especiales, los vehículos blindados y a los efectivos de los servicios secretos rusos (FSB).

La plaza frente al teatro estaba vacía y se observaban vehículos abiertos, abandonados apresuradamente por sus ocupantes en el apuro por alejarse del lugar.

Un gran silencio reinaba en la zona en la fría mañana otoñal moscovita, pese a que a solo decenas de metros estaba apostado el fuerte operativo de seguridad.

Las puertas del teatro estaban cerradas, los vidrios rotos y por todas partes se veían restos de proyectiles, adentro y afuera del edificio.

Los dos cronistas de ANSA superaron esos obstáculos y entraron en el foyer del teatro, que estaba desierto, gritando: "somos de la prensa italiana".

Los periodistas subieron al primer piso del edificio, guiados por la voz de los guerrilleros, con los cuales comenzaron a dialogar antes de verlos.

Luego aparecieron cuatro guerrilleros armados a los cuales se sumó rápidamente un quinto, con la cara descubierta y una pistola en mano.

"Arrojen los cigarrillos" intimó uno de los rebeldes, el más nervioso de todos, a los periodistas, a los que los guerrilleros permitieron hacer preguntas y tomar apuntes.

"Nuestro pedido es uno solo: que se inicie rápidamente la retirada de las tropas rusas de Chechenia", dijo el único guerrillero que tenía el rostro descubierto, un joven que no estaba afeitado desde al menos 48 horas, vestido, como todos los de su grupo, con un uniforme kaki.

Los otros cuatro guerrilleros vistos por los cronistas tenían la cara cubierta con un pasamontañas.

"Venimos aquí para morir, por lo tanto o venceremos o iremos al paraíso. O victoria o Paraíso", dijo el guerrillero descubierto, que se convirtió en el interlocutor del grupo.

"No queremos tratativa alguna ni diálogo alguno, vinimos con objetivos concretos", agregó y confirmó que el comando que copó el teatro pertenece al grupo de Movsar Barayev.

Cuando los cronistas preguntaron si Barayev estaba en el teatro, el guerrillero respondió "Sí".

En un momento dado, uno de los hombres armados con Kalashnikov y pistolas automáticas, pasó una cortina oscura y luego aparecieron tres mujeres vestidas de negro al modo musulmán, con el típico velo que solo dejaba ver los ojos.

Pero las mujeres se abrieron el saco del vestido y mostraron una faja negra enrollada alrededor de la cintura, llena de explosivos.

Las mujeres, viudas de guerrilleros muertos en Chechenia, permanecieron en silencio. El guerrillero dijo: "también ellas están dispuestas a morir, a hacerse estallar en nombre de una Chechenia independiente".

En ese diálogo, los chechenos aseguraron que "nadie murió o resultó herido" ni entre los rehenes ni entre los guerrilleros, aunque luego se confirmó la muerte de una de las personas, una mujer, retenidas.

Los periodistas preguntaron entonces si podían hablar con los rehenes pero la respuesta fue negativa: "No, ahora se deben marchar, digan a todos que aquí resistiremos hasta el final". De inmediato fueron despedidos con un lacónico "Vayan con Dios".

A poco de abandonar el edificio, los dos cronistas fueron detenidos por divisiones especiales de la policía y llevados al comando operativo, donde fueron interrogados durante una hora, aproximadamente.

A ese interrogatorio siguió otro de casi dos horas, esta vez en el comando operativo del FSB, distante un kilómetro del primero, camino recorrido a pie.

Los funcionarios se mostraron sorprendidos de que los hombres de prensa hubieron superado las medidas de seguridad hasta lograr ingresar sin problemas en el teatro ocupado, la misma inquietud que habían sentido horas antes.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?