WASHINGTON.- La región de Washington se dispone a festejar la fiesta de Halloween con el corazón aliviado tras el arresto la semana pasada de los francotiradores que sembraron terror durante tres semanas en sus habitantes, asesinando al menos a diez personas e hiriendo a tres.
Jennifer Tucker, madre de dos niños en Falls Church (Virginia, sur de Washington), donde fue asesinada una de las víctimas, admitió que tiene el espíritu más tranquilo ante la idea de que sus hijos salgan a la noche a pedir golosinas a los vecinos.
"Creo que hay una impresión general de alivio que le permitirá a la gente festejar Halloween como corresponde", dice Tucker, advirtiendo la ausencia de ese sentimiento de un ’’peligro inminente planeando sobre nosotros".
Tucker constata sin embargo que muchos padres aconsejaron a su hijos evitar la elección de disfraces que causen miedo. La mayoría "intenta dirigir a sus hijos hacia una indumentaria más inocente, como de animales o personajes de dibujos animados, particularmente para los niños un poco mayores, que eran más concientes de lo que sucedía".