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Países africanos buscan autorización para vender marfil

La comercialización de este producto, que se consigue de los colmillos del elefante, está prohibida por una resolución del CITES, Convención sobre Comercio de Especies Amenazadas, y la propuesta que se le presentará permitiría a cuatro países vender 70 toneladas de esta piedra.

02 de Noviembre de 2002 | 16:28 | EFE
SANTIAGO.- Los países africanos dejaron la puerta entreabierta al comercio de marfil, rechazado por grupos conservacionistas, al anunciar hoy una propuesta que permitiría a cuatro países vender una limitada cantidad de ese producto.

En una reunión previa a la XII Conferencia de las partes de la Convención sobre Comercio de Especies Amenazadas (CITES) que comienza mañana, domingo, en Santiago, los estados del área de distribución del elefante africano acordaron que Botsuana, Namibia, Sudáfrica y Zimbabue puedan vender 70 toneladas de marfil en bruto.

Aunque para entrar en vigor debe ser aprobada en la Conferencia de la CITES y en una nueva reunión de los Estados del área de distribución, que podría ser dentro de dos años, la propuesta supone un vuelco radical en las normas actuales sobre el elefante y el marfil.

Este paquidermo y sus valiosos colmillos están encasillados en el Apéndice I de la CITES, que prohíbe absolutamente su comercio, y la aprobación de la propuesta significaría su traslado al Apéndice II, que permite un trafico regulado.

Pese a que el ugandés Denis Koulagna, que presidió la reunión de los Estados africanos, aseguró en una rueda de prensa que la propuesta se acordó "por consenso", debió admitir que Kenia votó en contra y que diez de los 35 países del área de distribución del elefante no participaron en el diálogo.

Entre los ausentes estuvieron República Centroafricana, República Democrática del Congo, República del Congo, Costa de Marfil, Burkina Faso y Suazilandia.

Según Kuolagna, los ausentes "tuvieron la oportunidad de venir y no sabemos por qué no lo han hecho, ya que hasta se les financiaban los traslados y estadía".

Kenia, que votó en contra de la propuesta, ha presentado junto con la India otra propuesta a la Conferencia de la CITES, esta a favor de mantener la prohibición del comercio de marfil.

Denis Koulagna, acompañado de Willem Wijnstekers, secretario general de la Convención, aseguró que las 70 toneladas no podrán venderse hasta que los países autorizados cumplan unas condiciones "muy estrictas".

El cumplimiento de esas condiciones deberá ser aprobado en una nueva reunión de los Estados del área de distribución del elefante, que se celebrará dentro de dos años, precisó.

Añadió que posteriormente se podrán fijar cuotas anuales para la venta de marfil, que serán establecidas una vez que los sistemas de supervisión, no sólo en los cuatro países sino en los 35 del área del elefante, ofrezcan datos confiables y posibles de demostrar.

La instalación de esos sistemas se financiará con los recursos de la venta de las 70 toneladas incluidas en la propuesta, que no podrán tener otro destino, concluyó el funcionario.

El elefante, la ballena y el bacalao de profundidad, más la caoba en el caso de los vegetales, concentrarán el interés en la Conferencia de la CITES, no sólo por la agenda oficial, sino por el interés de los grupos conservacionistas que asistirán como observadores.

Durante la Conferencia, los delegados debatirán 59 propuestas que piden prohibir, regular o permitir el comercio de especies consideradas en peligro, de un total de 30.000 animales o plantas incluidos en la Convención, vigente desde 1975.

De ese total, entre un 34 y un 47 por ciento están amenazados según los documentos de la Conferencia.

En el caso de las ballenas, el debate girará en torno a las especies Minke y Bryde, cuya caza está prohibida desde 1982 y que Japón propone autorizar con el argumento de que su población ha aumentado de forma considerable.

En el caso del bacalao de profundidad, el villano según los ecologistas es Chile, que concentra un 26 por ciento de las capturas mundiales.

El bacalao no está en la CITES y Australia ha propuesto que sea incluido en el Apéndice II, que permite el comercio regulado, porque "los actuales niveles de captura no son sostenibles".

La posición de Chile es fortalecer la regulación del comercio, pero en el marco de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos, que "no se preocupa sólo del comercio, sino de todo el proceso, desde la reproducción, extracción y comercio" del producto.

El caballito de mar, el guacamayo de cabeza azul, el delfín nariz de botella, las orquídeas silvestres y el rinoceronte también ocuparán parte importante de los debates de la Conferencia.
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