HEBRON, Cisjordania.- El Estado de Israel se encontraba conmocionado este sábado luego de la "masacre" cometida la víspera en Hebrón (Cisjordania), donde 12 israelíes perdieron la vida en un ataque palestino contra fieles y soldados el viernes al anochecer.
En Cisjordania, dos palestinos fueron muertos por disparos israelíes. Un militante de Jihad Islámica murió en un tiroteo en Jenín y una mujer perdió la vida al ser alcanzada por un disparo de ametralladora pesada cuando se encontraba en su casa de Naplusa, reocupada por el ejército israelí y sometida al toque de queda.
El viernes al anochecer, 9 guardias fronterizos y soldados, así como tres colonos, fueron muertos, y 14 israelíes resultaron heridos en dos emboscadas sucesivas tendidas por miembros del grupo radical Yihad Islámica, tres de los cuales murieron en el tiroteo.
La emboscada tuvo lugar cuando los fieles de la colonia de Kyriat Arba, que domina Hebrón, regresaban a pie de la Tumba de los Patriarcas, un lugar santo tanto para el judaísmo como para el islam, hacia su colonia, luego de las oraciones del Shabbat, el descanso semanal judío.
Los soldados que trataron de socorrerlos cayeron a su vez en una emboscada de los agresores, que dispararon con armas automáticas y lanzaron granadas. Los tiroteos entre agresores y militares duraron más de cuatro horas.
Las autoridades israelíes, que manifestaron su indignación, dijeron que cerraban las puertas a toda negociación con los palestinos luego de esa "masacre, el día del Shabbat".
El director de gabinete del Primer Ministro Ariel Sharon, Dov Weissglas, dijo a la radio que los atacantes habían "aprovechado una disminución" del dispositivo de seguridad en Hebrón decidido por Israel en ocasión del Ramadán, el mes de ayuno musulmán, "para perpetrar este vergonzoso atentado".
"Sharon fue mantenido al corriente de los acontecimientos y procedió a consultas intensivas con el ministro de Defensa Shaul Mofaz, y todas las medidas que se imponen serán tomadas", agregó, sin dar precisiones.
El grupo radical palestino Jihad Islámica reivindicó este ataque en un comunicado recibido este sábado en la oficina de la AFP en Beirut.
"Las Brigadas al-Qods, brazo militar de la Yihad Islámica en Palestina, anuncian su responsabilidad en la heroica operación que el viernes de noche atacó a las manadas de colonos y a los soldados de la ocupación cerca de la colonia de Kyriat 4 y de Hebrón", precisa dicho texto.
Este atentado ya había sido atribuido el viernes al anochecer en nombre de Jihad Islámica por un interlocutor anónimo en una llamada telefónica a la AFP.
El sábado al mediodía la Autoridad Palestina todavía no había reaccionado a este atentado, condenado por Francia, el secretario general de la ONU Kofi Annan y el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Javier Solana.
La ciudad de Hebrón, donde viven unos 600 colonos protegidos por el ejército y rodeados de 120.000 palestinos, siempre fue un lugar de mucha tensión.
En represalia al ataque de Hebrón, el ejército destruyó la casa de un palestino que había sido utilizada como refugio por los atacantes.
Los militares efectuaron también una incursión en la aldea de Dura, a 8 km al sur de Hebrón, donde arrestaron a dos palestinos, uno de los cuales es hermano de un militante de Jihad Islámica buscado por Israel.
El viernes al anochecer, el ejército colocó un retén fuera de la oficina del líder palestino Yasser Arafat en Ramalá (Cisjordania). Dos helicópteros israelíes destruyeron un taller metalúrgico en el centro de la ciudad de Gaza y causaron heridas a dos palestinos en un ataque realizado la noche del viernes, indicaron fuentes palestinas de seguridad. El ejército israelí confirmó el ataque y afirmó que apuntaba contra un taller utilizado para fabricar armas.
En Naplusa, el ejército continuaba su operación de limpieza lanzada el miércoles, en respuesta a un atentado cometido en un kibutz en el norte de Israel, el 10 de noviembre, en el cual fueron asesinados cinco israelíes, entre los cuales había una mujer y sus dos hijos pequeños.
