TEL AVIV.- Soldados israelíes abandonarán la ciudad cisjordana de Belén una semana antes de Navidad, para no obstaculizar las celebraciones cristianas, en las que el Presidente Yasser Arafat no será autorizado a participar.
Así lo anticipó la radio militar, según la cual el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, habría aceptado presiones estadounidenses al respecto.
Entrevistado por la misma emisora, el ministro Dany Naveh, del Likud, precisó que el gobierno israelí aún no debatió sobre el retiro de Belén que -explicó- es considerado "riesgoso" por la gran cercanía de esa ciudad con Jerusalén.
La ocupación de Belén fue ordenada hace diez días, después de que un kamikaze proveniente de esa ciudad cometió una matanza en un autobús israelí de Jerusalén.
En rastrillajes posteriores en Belén, soldados israelíes capturaron -según la radio militar- ocho "bombas humanas" preparadas para partir en misión.