SYDNEY, Australia.- Chispas y cenizas cayeron hoy en la mayor ciudad australiana, luego de que las llamas de varios incendios forestales saltaron un río y varias carreteras, y avanzan hacia los suburbios de Sydney.
Las autoridades dijeron que dos ancianos murieron y 19 casas fueron destruidas por los incendios forestales en los últimos dos días.
Unos 79 incendios barren el estado de Nueva Gales del Sur, donde han arrasado unas 70.000 hectáreas de bosques y monte bajo, con especial saña en las afueras de Sydney.
El cielo en esta ciudad de 4 millones de personas está lleno de humo debido a los incendios que avanzan por el norte, noroeste y el sudoeste. Las llamas llegaron incluso al borde de los suburbios.
Algunas carreteras principales y redes ferroviarias en torno a la ciudad tuvieron que ser clausuradas.
Las autoridades dijeron que son los peores incendios forestales sufridos por la ciudad en 30 años.
"La razón por la que los incendios son tan perniciosos, con avances erráticos, impredecibles, se debe enteramente a la falta de humedad en la vegetación, lo que a su vez es enteramente debido a la sequía", dijo el jefe del Servicio Rural de Bomberos, Phil Koperberg.
Los bomberos han advertido desde hace meses que Sydney encaraba una demoledora temporada de incendios forestales durante el estío en el Hemisferio Sur. Casi el 90% de Australia fue declarada zona afectada por la sequía y algunas partes del país encaran la peor sequía en un siglo.
Más de 4.500 bomberos que trabajan en turnos de 12 horas combaten las llamas ayudados por aviones cisterna. En las zonas suburbanas de Sydney, los residentes —entre toses y con lágrimas en los ojos debido a la contaminación— utilizaron mangueras, mantas, cubos e incluso toallas para proteger sus casas.
La policía sospecha que algunos incendios fueron causados intencionalmente.
Un muchacho de 18 años compareció el viernes ante un juez acusado de causar incendios dolosos y fue encarcelado hasta el 31 de enero. Podría ser condenado a 14 años de cárcel de ser convicto. Otros incendios podrían haber sido causados por cigarrillos arrojados desde automóviles, dijeron los bomberos.
El viernes, la policía recuperó el cadáver de un hombre de 81 años entre los escombros de una casa rodante al noroeste de Sydney.
Otro hombre de 73 años murió de un ataque cardíaco el miércoles tras intentar salvar una tropilla de caballos.
