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Congreso de EE.UU. cuestiona actuación del Gobierno en Haití

Las acciones de Washington en el país caribeño fueron calificadas por los parlamentarios como "vergonzosas" y aseguraron que lo ocurrido fue un golpe de Estado.

03 de Marzo de 2004 | 18:11 | DPA
WASHINGTON.- El Congreso de Estados Unidos puso hoy en aprietos a la administración de George W. Bush con preguntas sobre su rol en la caída del Presidente de Haití, Jean Bertrand Aristide, y acusaciones de varios legisladores de que la Casa Blanca actuó en contra de los valores y principios del país.

Las acciones de Washington en Haití fueron calificadas por los parlamentarios como "vergonzosas", "imposibles de entender", "sin sentido", y "una desgracia", además que varios de ellos aseguraron que lo ocurrido fue un "coup d’etat" (golpe de Estado).

Las intervenciones de los representantes fueron la introducción a una sesión sobre la situación en Haití del Subcomité de Asuntos Internacionales de la Cámara Baja con representantes del Gobierno, entre ellos el secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, Roger Noriega.

El legislador Robert Menéndez, demócrata por Nueva Jersey, dijo que la decisión de Washington de permitir que un grupo de "criminales y bandidos" de Haití triunfaran en su objetivo de hacer caer a un Presidente democráticamente electo pone en riesgo el futuro de la democracia en América Latina.

"Si miles hubieran rodeado la Casa Blanca pidiendo la salida del Presidente, ¿la única opción hubiera sido que el Presidente huya? No, hubiéramos dicho que esa acción sería el final de nuestra Constitución y de la democracia", dijo Menéndez.

Agregó que "una alarma debería sonar para América Latina y para el mundo" ante el hecho de que los rebeldes, "un grupo de criminales, asesinos y bandoleros", lograran que el Gobierno de Estados Unidos terminara apoyando la salida de un Presidente electo en las urnas.

El legislador demócrata de Nueva Jersey Donald Payne dijo que lo hecho en Haití es "un punto oscuro en nuestra historia", que demuestra que para la administración Bush la democracia consiste en que "si no estamos de acuerdo con él (la persona electa en las urnas), se tiene que ir".

Por su parte, William Delahunt, demócrata por Masachusets, dijo que la acción de la administración Bush en Haití fue "obscena, en contra de nuestro honor nacional, va en contra de todo lo que abrazamos, y no tenía que haber pasado".

Tanto Delahunt como Payne ofrecieron información sobre los rebeldes, indicando que son ex integrantes de las paramilitares FRAPH, que actuaron durante la dictadura duvalierista y responsables de la muerte de miles de personas.

"Haití fue tomada por asesinos, por narcotraficantes" tras la renuncia de Aristide, dijo Delahunt.

Guy Philip, el jefe rebelde que se declaró el martes como comandante de las fuerzas de seguridad de Haití, "está supuestamente bajo investigación por las autoridades de nuestro país por tráfico de drogas", indicó.

Otro de los líderes de la insurrección es Louis-Jodel Chamblain, un asesino sentenciado por la justicia, "y aparentemente el embajador de Estados Unidos se reunió con él hoy", agregó.

"No tiene sentido. Y resulta que el ex jefe de las FRAPH (Emanuel Constant) que está Nueva York, y otros paramilitares en República Dominicana, es la gente que está ahora en el nuevo gobierno", añadió.

Constant era el jefe de las paramilitares bajo Duvalier, y dijo en una entrevista en el programa "60 minutos" de la cadena CBS que recibió dinero de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para crear y mantener a las FRAPH durante la dictadura de Duvalier. Ahora Constant vive en Nueva York y trabaja vendiendo propiedades.
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