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Suha Arafat despierta recelos entre la población palestina

Los palestinos no quieren a la esposa de Arafat pues ésta vive en París hace tres años y no ha acompañado al líder en el confinamiento al que está sometido.

31 de Octubre de 2004 | 12:32 | EFE

La esposa de Arafat y la hija de ambos, Zahwa, en una foto de septiembre de 1995. (Foto:AP)
JERUSALÉN.- El reciente viaje que efectuó a Ramala Suha Arafat, mujer del presidente palestino, Yasser Arafat, ha despertado las críticas de gran parte de la población palestina, que ve con suspicacia que no haya acompañado al "rais" en los tres años de confinamiento impuesto por Israel.

La visita relámpago de Suha a Ramala el pasado jueves para recoger a Arafat -su primera aparición pública desde que se trasladó a vivir a Francia hace más de tres años- no ha sido bien recibida por la población palestina, donde nunca ha sido considerada la "compañera" del presidente, según fuentes palestinas.

"Hubiera sido mejor que (Suha) hubiera estado junto a Arafat en todo momento", manifestó un veterano funcionario de Al-Fatah al diario "The Jerusalem Post".

"Ahora parece que ella justo ha venido para verlo y llevárselo", agrega el político palestino.

El diputado asevera que la mayoría de los palestinos nunca han considerado a Suha como la primera dama de Palestina, "sino más bien la primera dama de Francia".

Nacida en 1964 en una familia cristiana de Ramala, Suha contrajo matrimonio con Yasser Arafat en 1990, en una ceremonia secreta celebrada en los viejos cuarteles generales de la OLP en Túnez.

Su madre, Raymonda Tawil, poetisa nacionalista y periodista, dirigió el Servicio de Prensa palestino en Jerusalén.

El rotativo destaca que tras su graduación en el Colegio de Hermanas del Rosario en Jerusalén, Suha obtuvo una beca en la Sorbona de París gracias a los estrechos contactos que mantenía su madre con Yasser Arafat.

Su boda secreta con el presidente palestino fue toda una sorpresa para la mayoría de los palestinos en Cisjordania y Gaza.

Y es que durante años, Arafat había explicado a su pueblo que las razones de su prolongada soltería se debían a que "estaba casado con la causa palestina".

Después de la firma de los Acuerdos de Oslo entre israelíes y palestinos (1993) y el regreso del liderazgo exiliado de la OLP a los territorios palestinos en 1994, Suha convivió con su marido en un modesto edificio de dos pisos en la ciudad de Gaza.

Allí estableció una organización de ayuda para mejorar la situación de la mujer en la sociedad palestina.

Un año más tarde dio a luz a la única hija que ambos tienen en común, Zahwa, nombre de la madre de Arafat, que había muerto cuando éste apenas tenía tres años.

La decisión de Suha de dar a luz en un hospital francés despertó no pocos recelos entre los palestinos de los campos de refugiados de Gaza, especialmente después de que hubiera declarado que las condiciones sanitarias en hospitales palestinos eran "desastrosas".

Meses después de que estallara la "Intifada de Al-Aksa" en septiembre de 2000, Suha se marchó con su hija a París, cuidad en la que residía su madre desde hacía años.

Su partida de los territorios palestinos también encendió las críticas de la población y en algunos casos la acusaron de haberse escapado de las dificultades diarias que enfrentan los palestinos bajo la ocupación israelí para vivir una vida acomodada y ostentosa en Francia.

Informaciones en medios de prensa árabes y occidentales sobre sus derrochadoras compras han sido difundidas hasta la saciedad e incluso distribuidas en panfletos.

El año pasado fuentes del Ministerio de Finanzas de la ANP revelaron que Suha Arafat obtenía 100.000 dólares al mes de su marido, del presupuesto de la ANP.

Pese a que no negó las informaciones, acusó al primer ministro israelí, Ariel Sharón, de emprender una campaña contra ella.

Un periódico francés publicó a principios de año que un tribunal parisino había iniciado una investigación para "determinar la fuente" de nueve millones de euros ingresados en dos cuentas bancarias abiertas por Suha en París.

Según una revista francesa, la investigación había sido lanzada tras informaciones proporcionadas por el Banco de Francia y otro organismo gubernamental que lucha contra el blanqueo de dinero.

Preguntada sobre las grandes sumas de dinero que recibe de su marido Suha repuso: "¿Qué hay de malo en que mi marido me envíe dinero? Yo trabajo aquí por mi pueblo".
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