LONDRES.- Un electricista británico en paro fue hoy condenado a cadena perpetua por enviar 33 cartas bomba a antiguos compañeros de colegio, ex novias y familiares, un suceso que tuvo en vilo al Reino Unido en septiembre pasado.
Justin McAuffin, de 32 años, fue el autor de los misteriosos envíos, de fabricación casera, que en ningún caso causaron heridas graves a sus destinatarios, ubicados en distintas localidades del Reino Unido.
El sujeto mandó 33 misivas con artefactos explosivos a domicilios de los condados de Bedforshire, Hertfordshire y Essex, al norte de Londres, y sólo una estalló, causando lesiones leves a un hombre.
La mayoría de los paquetes bomba consistían en pequeños recipientes de plástico llenos de fuel, aunque también había sobres con diferentes artefactos explosivos.
Un tribunal de St. Alban (sur de Inglaterra) condenó hoy al electricista desempleado a cadena perpetua, después de declararlo culpable de ocho de los 16 cargos que se le imputaban.
McAuffin, que sufre problemas mentales según su familia, confesó ser culpable de intentar causar daños personales, pero rechazó las acusaciones de intento de asesinato por las que también fue procesado.
El juez a cargo, John Bevan, explicó que el electricista deberá cumplir al menos diez años de cárcel antes de optar a la libertad condicional y señaló que sólo su "ineficacia" le librará de un castigo más serio.
