BAGDAD/TIKRIT.- El ataque lanzado el sábado contra la cárcel de Abu Ghraib, cerca de Bagdad, causó heridas a unos 80 insurgentes iraquíes, informó hoy el alto mando militar estadounidense. Inicialmente, se había mencionado la cifra de unas 50 víctimas mortales.
Según el Ejército norteamericano, los atacantes -que actuaron de manera "bien coordinada" según las fuentes- emplearon en el asalto misiles antitanque y granadas de mortero. Las primeras cifras daban cuenta de 44 soldados estadounidenses heridos, aunque posteriormente fue rebajada.
El ataque, que se prolongó durante cerca de dos horas, fue posible gracias al apoyo recibido por los insurgentes "desde áreas residenciales aledañas", afirmó el ejército norteamericano.
Siete de los efectivos norteamericanos fueron trasladados al hospital con heridas de pronóstico reservado, mientras que 16 sólo recibieron heridas leves.
De acuerdo con las fuentes, además en la acción 23 soldados estadounidenses y 13 detenidos resultaron heridos.
Por su parte, las fuerzas de seguridad iraquíes informaron hoy de la captura de 34 "terroristas" durante redadas realizadas el pasado viernes en la ciudad de Mosul, en el norte del país.
El grupo del jordano Abu Mussab al Zarkawi asumió la autoría del ataque en un comunicado difundido en Internet.
La cárcel de Abu Ghraib se hizo tristemente célebre por que bajo el régimen del derrocado dictador iraquí Saddam Hussein se torturó de manera sistemática y se ejecutó a disidentes políticos.
Tras la caída del régimen de Saddam, saltó el escándalo después de que se difundiera por los medios de prensa mundiales que soldados estadounidenses maltrataron a detenidos.
Por otra parte, un funcionario militar estadounidense informó esta mañana de que cinco presuntos insurgentes fueron detenidos cerca de Bayji, al norte de Bagdad, mientras que a primeras horas del día murió un efectivo estadounidense.
El responsable de prensa Richard Goldein declaró a dpa en la base estadounidense de Tikrit que uno de los sospechosos fue detenido mientras probaba los sistemas de un artefacto explosivo.
Los militares estadounidenses también confiscaron granadas de mortero y materiales para la fabricación de artefactos explosivos.
