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Nuevas tecnologías podrían permitir espionaje de cónclave papal

El espionaje se ha hecho mucho más sofisticado desde que Juan Pablo II fue elegido en 1978, pero el Vaticano parece confiado en que puede proteger la tradición de secreto que rodea el cónclave.

11 de Abril de 2005 | 13:48 | Agencias
La casa Santa Marta
La Casa de Santa Marta, la residencia que mandó construir el papa Juan Pablo II para el cónclave de cardenales, que desde el lunes deliberará para elegir a su sucesor, es una estructura cómoda, sin televisiones ni de teléfonos a fin de evitar todo contacto con el exterior.

La moderna residencia situada dentro de los muros del Estado pontificio fue "presentada" hoy a los periodistas con un vídeo solo de imágenes realizado por el Centro Televisivo Vaticano.

La residencia consta de 106 suites, 22 habitaciones individuales y un departamento; tiene suelos de mármol claro y puertas de madera oscura, una capilla y un amplio comedor.

Construida por expreso deseo de Juan Pablo II, que había sufrido el calor y las incomodidades de los dos cónclaves de 1978, la Casa de Santa Marta fue levantada en el lugar donde estaba el viejo "Hospicio de Santa Marta", en la homónima plaza, al lado izquierdo de la basílica de San Pedro.
CIUDAD DEL VATICANO.- Piratas informáticos, así como micrófonos ocultos y otros artefactos de espionaje electrónico, podrían penetrar los espesos muros del Vaticano la próxima semana, cuando los cardenales se congreguen en la Capilla Sixtina para nombrar al sucesor del papa Juan Pablo II.

El espionaje se ha hecho mucho más sofisticado desde que Juan Pablo II fue elegido en 1978, pero el Vaticano parece confiado en que puede proteger la tradición de secreto que rodea el cónclave.

Los medios de seguridad de la Santa Sede se niegan a discutir detalles de las precauciones que serán utilizadas para evitar el espionaje. Pero Giuseppe Mazzullo, un detective privado y ex policía romano cuya unidad trabajó estrechamente con el Vaticano en el pasado, dijo que la Santa Sede reforzará su plantel con policías italianos y con contratistas privados expertos en formas de bloquear el uso de artilugios electrónicos.

"La seguridad es muy estricta", dijo Mazzullo. "Es muy pero muy difícil, casi imposible, robar información", añadió.

Miles de periodistas se hallan en Roma para cubrir el cónclave de 115 cardenales que iniciarán sus deliberaciones el 18 de abril. Pero también piratas informáticos e informantes del gobierno podrían estar vigilando el cónclave.

Hay muchas razones para espiar. Se cree que la elección papal será una competencia muy reñida, especialmente entre reformistas y conservadores. También se espera que algunos sectores traten de imponer el primer Papa no europeo en la historia de la iglesia.

Revelaciones sobre las deliberaciones podrían resultar embarazosas para el Vaticano. Por ejemplo, discusiones delicadas sobre la posición de un candidato papal en las relaciones con los musulmanes o judíos, o si se reconoce a China en lugar de Taiwán, o si se continúa la actual política en materia de anticoncepción.

Juan Pablo II era muy sensible a las interferencias del exterior. Pasó sus años de juventud en la Polonia controlada por los soviéticos, sometido a un constante espionaje del gobierno. Se sospechaba que el pistolero turco que lo baleó en 1981 tenía vínculos con los soviéticos, un régimen posteriormente derrocado por fuerzas respaldadas por el pontífice.

En 1996, el Papa estableció normas para proteger a cardenales "de amenazas a su independencia o a su juicio". Teléfonos celulares, organizadores electrónicos, radios, periódicos, televisores y grabadoras fueron prohibidos.

Otra preocupación para las autoridades del Vaticano es el uso de micrófonos de gran alcance en techos. Esos micrófonos pueden captar voces hasta a medio kilómetro de distancia registrando vibraciones en ventanas de vidrio o en otras superficies duras. La Capilla Sixtina tiene ventanas cerca de un techo.

Y todavía más difíciles de localizar son los micrófonos diminutos. Algunos transmisores o grabadores son del tamaño de una moneda.
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