El Papa Benedicto XVI durante su reunión de hoy con los cardenales en la Sala Clementina del Vaticano. |
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI pidió hoy apoyo a los cardenales para llevar a cabo su misión, que tropezó con un primer primer obstáculo con la adopción del proyecto de ley que permite el matrimonio homosexual y la adopción por parejas del mismo sexo en España.
Al día siguiente de la aprobación de esta ley, el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, llamó a todos los cristianos, y en particular a los funcionarios, a negarse a celebrar este tipo de bodas, incompatibles con la idea católica de la familia fundada exclusivamente en la unión de un hombre y una mujer.
"No se pueden imponer cosas injustas a los pueblos", afirmó el purpurado colombiano en una entrevista publicada hoy en el diario Corriere della Sera. Por ello, agregó, "la Iglesia llama con urgencia a la libertad de conciencia y al deber de oponerse".
López Trujillo, que trabajó durante años con el nuevo Papa cuando éste era el guardián del dogma en el Vaticano, se dirigió en especial a los funcionarios municipales y otros profesionales que de una manera u otra puedan estar relacionados con estas bodas y los invitó a la objeción de conciencia.
"No es facultativo: todos los cristianos, como dice la (encíclica) Evangelium Vitae, deben estar preparados a pagar el precio más alto, aunque signifique perder el trabajo", agregó López Trujillo.
El purpurado colombiano recordó que el Papa alemán, Joseph Ratzinger, "habló con gran claridad de cuán destructiva era esta ley que abre el camino a la deshumanización" cuando era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, institución que dirigió durante casi 25 años.
"Pienso que cuando, en un matrimonio, en una familia, ya no cuenta que sean hombre y mujer, sino que se equipara la igualdad de sexo a esa relación, se está vulnerando el tipo fundamental de la construcción de la persona", dijo Ratzinger en una entrevista con el periodista alemán Peter Seewald, recogida en el libro "Dios y el mundo".
Consejos iluminados
Para luchar contra éste y otros obstáculos que encontrará en el cumplimiento de su misión, el Papa pidió humildemente hoy a los cardenales reunidos en la Sala Clementina del Vaticano que le ayuden a llevar a cabo su labor con "proximidad espiritual", "consejos iluminados" y "activa cooperación".
"Os ruego que nunca me privéis de vuestro apoyo", agregó al recibir en audiencia a todos los cardenales tres días después de su elección al trono de Pedro en uno de los Cónclaves más rápidos de los últimos tiempos.
En su breve discurso ante los príncipes de la Iglesia, Benedicto XVI se declaró dispuesto a cumplir la misión que le han encomendado con "simplicidad y disponibilidad".
Por su parte, el Sacro Colegio cardenalicio le prometió su colaboración y "adhesión más profunda", en una declaración efectuada por el cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano.
La reunión de los príncipes de la Iglesia también sirvió al nuevo Papa para rendir un nuevo homenaje a sus predecesores, y sobre todo a su "venerado" Juan Pablo II, "cuyo testimonio en los años pasados, más que nunca, nos ha dado fuerza y cuya presencia seguimos sintiendo aún viva".
Como ocurrió en el funeral del difunto Papa, el 8 de abril, Roma última un dispositivo especial de seguridad, transporte y alojamiento para recibir a medio millón de fieles y un centenar de delegaciones oficiales que asistirán a la misa de entronización del Papa, el próximo domingo.
Entre las personalidades esperadas figuran los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, y los presidentes argentino Néstor Kirchner, colombiano Alvaro Uribe, paraguayo Nicanor Duarte y salvadoreño Elías Antonio Saca, además del canciller alemán Gerhard Schroeder y el vicepresidente estadounidense Dick Cheney.
Todos serán recibidos por Benedicto XVI al término de la ceremonia, durante la cual recibirá su propio anillo de Pescador.
Los peregrinos podrán comprar en aquel día los primeros recuerdos del nuevo Papa, que ya han empezado a llegar a las tiendas de ’souvenirs’ coincidiendo con la misa que marcará oficialmente el inicio de su Pontificado.
