TOKIO.- La agencia espacial japonesa planea lanzar un avión con forma de flecha, capaz de viajar al doble de la velocidad del sonido, incluso el mes próximo, en lo que sería una prueba crucial para desarrollar a un sucesor del retirado Concorde.
La prueba, sobre la zona interior y despoblada de Australia, sigue a una pausa de tres años desde que el primer vuelo experimental de la aeronave no tripulada, considerada como la siguiente generación de transporte supersónico, se separó prematuramente de un cohete y se estrelló en el desierto.
"Hicimos algunas mejoras, para que eso no se repita", dijo el martes Takaaki Akuto, un portavoz de la Agencia Japonesa para la Exploración Aeroespacial, en Tokio. "Esta es una prueba muy importante".
Una misión exitosa allanaría el camino para experimentos adicionales. La agencia busca desarrollar un avión capaz de transportar a 300 pasajeros a Mach 2, el doble de la velocidad del sonido.
Match 2
La aeronave podría viajar de Tokio a Los Angeles aproximadamente en cuatro horas.
El proyecto impulsaría un acuerdo entre Japón y Francia para investigar en conjunto la creación de esa aeronave durante los próximos tres años.
La agencia japonesa lanzará la nave experimental a cuestas de un cohete, en el campo de pruebas Woomera de Australia, entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre, dijo Akuto. El cohete llevará el avión hasta una altitud de 20 kilómetros, antes de soltarlo a una velocidad de Mach 2 para recolectar la información sobre aerodinámica.
La nave caerá de vuelta a tierra en un paracaídas, tras el vuelo de 15 minutos.
Entre las dificultades planteadas por el nuevo avión, están las mismas que marcaron el retiro del Concorde: Ruido excesivo de los motores y alto consumo de combustible.
El Concorde, que voló inicialmente en 1969, fue retirado del servicio comercial en octubre del 2003, sin recuperar jamás los miles de millones de dólares en impuestos invertidos en los aviones.
Un Concorde estalló tras despegar del aeropuerto parisiense Charles de Gaulle el 25 de julio del 2000, y se estrelló contra un hotel. El accidente, que mató a los 109 ocupantes de la aeronave, presagió el fin de la utilización de la aeronave supersónica, esbelta y onerosa.
