LONDRES.- La implicación de Gran Bretaña en la guerra en Irak "parcialmente radicaliza y alimenta" el terrorismo en el país, declara el ex embajador británico en Washington, Sir Christopher Meyer, en una entrevista que publica hoy el diario The Guardian.
"Hay numerosas pruebas ahora de que el terrorismo que se desarrolla en suelo británico se ha parcialmente radicalizado y alimentado por lo que pasa en Irak", dice el ex embajador.
Sus declaraciones contradicen lo que en forma reiterada ha declarado el primer ministro Tony Blair, según el cual la invasión de Irak por una coalición estadounidense-británica, en marzo de 2003, no tendría nada que ver con el aumento del extremismo islámico ni en los ataque terroristas del 7 de julio, en Londres, que dejó 56 muertos.
"No hay modo de decir, en forma creíble, que eso no tiene nada que ver. No me diga que nuestra presencia en Irak no tiene nada que ver. Por supuesto que sí", declara el ex embajador, que estaba en puesto en Washington justo antes del lanzamiento de la guerra, hasta febrero de 2003.
"El hecho es que se trata de parte del precio que debemos y deberemos pagar por haber sacado a Saddam Hussein", agregó.
Según el embajador, que se dice aún hoy partidario de la invasión de Irak, la presencia estadounidense-británica en el Golfo ayuda a los rebeldes iraquíes.
No obstante, Meyer declara que está contra una retirada precoz de las tropas norteamericanas y británicas, incluso si la ola de violencia en Irak ha puesto a ambos países "en un dilema absolutamente imposible".
Los diarios The Guardian y The Daily Mail van a publicar como folletín, a partir del lunes, las memorias de Meyer, "DC Confidential", sobre el periodo que llevó a la guerra en Irak.
