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El mundo celebró de distintas maneras la llegada de 2006

Desde el espectáculo sin igual de New York, con cerca de un millón de personas reunidas en Time Square, hasta las costumbres japonesas de dar 108 campanadas, en todo el planeta se festejó el nuevo año.

01 de Enero de 2006 | 10:36 | ORBE / El Mercurio en Internet

Casi un millón de personas festejaron en New York.
NUEVA YORK.- Cerca de un millón de personas despidieron el año 2005 y dieron la bienvenida a 2006 en la tradicional celebración callejera de Times Square, en el centro de Nueva York, Estados Unidos.

El alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, activó el mecanismo para hacer descender la esfera de cristal que marca habitualmente el paso de un año a otro y que al concluir su recorrido dio inicio a una explosión de júbilo en el que no faltaron los fuegos artificiales, la lluvia de confetis y el lanzamiento de miles de globos de colores.

Mariah Carey amenizó con sus canciones los minutos previos a la celebración de la multitud, que inundaba desde primera hora de la noche las calles adyacentes a Times Square, en la popular avenida de Broadway.

Como todos los años, la fiesta popular estuvo marcada por un fuerte despliegue policial.

La fiesta fue retransmitida en directo por varias cadenas de televisión a todo Estados Unidos, donde se calcula que fue vista por cientos de millones de personas.

Londres se repone de los atentados

En Londres, unas 200.000 personas, según datos policiales, celebraron anoche la llegada del Año Nuevo en las calles de la capital británica, a pesar de la huelga de 24 horas convocada en el Metro de Londres.

Sólo 31 de las 275 estaciones del suburbano londinense permanecieron cerradas para secundar el paro convocado por los trabajadores y la noche transcurrió "sin aglomeraciones", según la fuerza de seguridad.

Decenas de miles de personas se congregaron en la emblemática Trafalgar Square y en otros céntricos lugares de Londres para saludar al 2006 y contemplar el espectáculo pirotécnico que iluminó el cielo de la capital británica a partir de la medianoche.

El alcalde de la capital británica, Ken Livingstone, destacó que los londinenses habían mostrado en el 2005 "sus mejores cualidades, al ser capaces de permanecer unidos, resistir y reponerse" de los atentados terroristas del 7 de julio, en los que murieron 56 personas, entre ellos los cuatro terroristas suicidas.

Australia, primeros

Los australianos fueron algunos de los primeros ciudadanos del planeta en recibir 2006.

En todo Australia se escuchó mucho ruido, y como es costumbre se celebró el nuevo año con silbidos, bocinazos de coches, aplausos y campanas de iglesia.

El 1 de enero, día festivo para los australianos, suelen celebrarlo en el campo o en la playa con picnic, rodeos y competiciones de surf.

Japón, 108 campanadas

Japón también estuvo entre los primeros países en celebrar y lo seguirán haciendo durante 15 días, en los que escuchan 108 campanadas equivalentes a los valores negativos de los humanos y que con las campanadas se olvidan.

Comen también una sopa tradicional con fideos y a continuación se dirigen hacia el templo budista a pedir buena suerte para el año que empieza.

Después de dirigirse al templo, beben "sake" mientras visitan a los amigos para concentrarse después en otra comida especial de año nuevo.

La comida más importante dentro de las celebraciones de fin de año la realizan el día 15 de enero.

Corea, con el Solnal

En Corea comenzó la celebración del "Solnal", el primer día de la primera luna del nuevo año. Cuenta la leyenda que quien se quede dormido la última noche del año amanecerá con las cejas blancas al día siguiente.

Por eso todos permanecen despiertos y encienden las luces en cada habitación.

Al día siguiente se dedican a combatir los malos espíritus: limpian la casa a fondo y queman ramas de bambú porque creen que su ruido al crepitar les asusta.

Otros países

Pese a seguir otras costumbres, en China, Malasia, Singapur, Filipinas, Tailandia y Vietman también se festejó la llegada de 2006.

En estos países la mayoría solo festeja en respeto a las tradiciones occidentales, porque el año nuevo chino, por ejemplo, llega recién en febrero.

La fecha exacta la marca el calendario lunar y es la fiesta más popular del país, y también la más larga, ya que dura nueve días. El objetivo es obtener suerte, salud y felicidad para el nuevo año.

Antes de comenzar las celebraciones, la gente limpia sus casas a conciencia dispuesta a eliminar cualquier resto de mala suerte del año que termina.

En las calles hay bailes de dragones e infinidad de fuegos artificiales y petardos para alejar a los malos espíritus.

Los vietnamitas preparan a conciencia la llegada del nuevo año: limpian su casa de arriba abajo, sacan brillo a la cubertería de plata y saldan todas sus deudas.

El último día suelen plantar un bambú o un árbol similar en el patio de su casa y lo decoran con campanas, flores y serpentinas rojas para protegerse de los malos espíritus.

También están muy atentos a quién es la primera persona que entra en su hogar el primer día del año, ya que traerá suerte y riqueza a la familia en los meses siguientes.
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