PARÍS.— Más de 100.000 personas se manifestaron hoy en Francia contra la ley laboral de primer empleo, y los organizadores esperan reunir en las calles a lo largo del día más de un millón en un alarde de fuerza y de presión contra el gobierno.
Una huelga a nivel nacional paralizó el transporte público por aire y ferrocarril, y los estudiantes se parapetaron en las escuelas en protesta contra la medida.
Para el mediodía, por lo menos 100.000 personas se habían lanzado a las calles de Francia, según la policía, especialmente en Marsella y Nantes, y en localidades menores como Saint-Etienne en el sudeste.
La ley de primer empleo permite el despido libre de los menores de 26 años durante los dos primeros años de contratación.
En numerosas ciudades francesas, la participación en esta jornada era igual o superior a la registrada en la anterior movilización, el 28 de marzo, cuando entre uno y tres millones de manifestantes salieron a las calles, una cifra que no se había registrado en este país desde hacía 20 años.
Pese a las concesiones realizadas por el presidente Jacques Chirac, que pidió la semana pasada al gobierno que elabore un nuevo texto más conciliador, los sindicatos desean simple y llanamente la derogación de esta medida laboral que según ellos, sólo aumentará la precariedad entre los recién llegados al mercado de trabajo.
Bernard Thibault, líder del principal sindicato francés, la CGT, deseó que las manifestaciones asesten un "golpe fatal".
El Primer Ministro, Dominique de Villepin, impulsó este contrato especial para menores de 25 años para intentar reducir el desempleo juvenil, que llega al 25% en Francia.
Semanas después de presentar este proyecto, el jefe de gobierno ha perdido la confianza de los ciudadanos y se encuentra muy aislado en el seno del gobierno.
