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Santiago: Miércoles 24 de abril del 2024 | Actualizado 12:47
LA PAZ.- Las actividades en La Paz se vieron seriamente afectadas esta jornada por la continuación de un paro indefinido iniciado el lunes por el transporte público contra la alcaldía, y por la llegada de una marcha de cientos de mineros opositores al gobierno, protestas que el oficialismo calificó como "intentos desestabilizadores".
Al mismo tiempo, otros 400 choferes, entre propietarios de unidades y asalariados, iniciaron una huelga nacional en contra de la decisión del Congreso y del Ejecutivo de dar paso a la "nacionalización" de cerca de 60 mil vehículos ingresados de contrabando en los últimos años, porque suponen una competencia para el sector.
Por su parte, la marcha minera llegó desde la vecina ciudad de El Alto en protesta contra el gobierno, porque supuestamente no hizo lo necesario para impedir que dos bandos de trabajadores del sector se enfrentaran la semana pasada, dejando al menos 16 muertos y un centenar de heridos.
El gobierno y el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) señalaron que las protestas, que el lunes cortaron el tránsito en el centro de La Paz, obedecen a problemas locales que deben ser resueltos por la alcaldía, pero al mismo tiempo sugirieron que se trata de intentos de desestabilizar a la administración del Presidente Evo Morales.
El alcalde de La Paz, Juan del Granado, quien es también aliado del MAS, dijo que la comuna no dará marcha atrás en su plan de arreglos en el centro de la ciudad, que ha dificultado significativamente el tráfico vehicular y es el motivo de las protestas de los conductores.
El viceministro de Coordinación y encargado de atender conflictos sectoriales, Alfredo Rada, dijo que las protestas intentan "calentar" el clima social para justificar medidas más amplias y duras, y además fustigó a los dirigentes mineros porque supuestamente antes respondían al gobierno y ahora son opositores.
