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Santiago: Miércoles 24 de abril del 2024 | Actualizado 15:53
LOS ANGELES.- Una feroz ola de calor golpea el oeste de Estados Unidos, donde el récord de temperatura para el fin de semana se aproxima a los 50 grados Celsius, mientras en Arizona alertan a los indocumentados de los peligros de atravesar el desierto bajo estas condiciones.
En el turístico Death Valley en California las temperaturas llegaron a los 54 grados Celsius, informa la radio KCBS.
En Boise, capital de Idaho, en la frontera con Canadá, el termómetro subió a un máximo histórico de 40,5 grados. Los habitantes de Phoenix (Arizona) sufrieron el viernes por la tarde 45 grados. Desde hace diez días las temperaturas no bajan allí de los 43 grados, señaló el "New York Times".
En algunas áreas de Las Vegas (Nevada) se interrupió durante horas el suministro eléctrico debido a que hubo incendios en transformadores sobrecargados por el uso de los aires acondicionados, según señaló un portavoz de los bomberos a CNN. En la ciudad de los casinos las temperaturas treparon a los 47 grados.
En Orofino (Idaho), un niño de un año murió tras ser dejado por sus padres dentro del coche a 38 grados. En Palo Alto, California, también falleció una mujer sin techo al producirse un incendio en torno a una cueva en la que había buscado refugio del sol. El año pasaron murieron a causa del calor en California 130 personas.
Aunque en una región de California la temperatura bajó el viernes en la mañana, un calor intenso y seco se mantiene a lo largo de varios sectores residenciales de Arizona y Nevada; en este último Estado está ubicada la ciudad de Las Vegas, donde este fin de semana irán miles de parejas para casarse aprovechando la buenaventura que se le adjudica al 7 de julio de 2007 (7/7/07).
"El sistema de alta presión persistente que se estacionó sobre el sur de California tiene una tendencia debilitadora, permitiendo el arribo de temperaturas más frías, convenientes", apuntó el meteorólogo Jamie Meier.
No obstante, el Servicio Nacional del Tiempo advirtió que las temperaturas en el condado de San Diego, sur de California, alcanzarán hasta los 117 grados Fahrenheit (47 grados Celsius).
El jueves en la ciudad californiana de Baker, muy cerca de la frontera con México, los termómetros marcaron 125 grados Fahrenheit, ni más ni menos que 51,6 grados centígrados.
Varias ciudades que están adentro de este cinturón de calor y cuya geografía es desértica, como Las Vegas, llegaron a padecer temperaturas de 47 y 48 grados C el jueves.
Entre tanto, la patrulla fronteriza de Arizona, que en su capital Phoenix vivió los 46 grados C el jueves, emitió un alerta a los inmigrantes indocumentados sobre los peligros de atravesar el desierto fronterizo con México bajo estas temperaturas.
El alerta se produjo luego que un grupo de funcionarios rescatara el miércoles a 10 inmigrantes en una zona remota del desierto de Arizona, en un estado de severa deshidratación.
Solo el mes pasado, la patrulla fronteriza de Arizona descubrió al menos 16 cuerpos en el desierto, según medios locales.
Los especialistas han llamado a las poblaciones ubicadas en las áreas del peor calor a limitar lo máximo posible su exposición al sol y hacer revisiones regulares a aquellos familiares o vecinos en situación vulnerable por edad, salud o condiciones de vida.
De su lado, el operador eléctrico de California hizo un llamado a los residentes para conservar electricidad en el día durante la ola de calor para evitar futuros apagones.
La empresa eléctrica The California Independent System Operator aseguró que evitarán apagones mayores pero admitió que estaban a la expectativa de la demanda de energía que acarrearían estas temperaturas, que obligan a encender los aires acondicionados durante las horas en las que el termómetro marca tres dígitos.
Estos récord de calor también tienen en alerta a los cuerpos de bomberos del oeste de Estados Unidos, ya que esta condición climática ocurre luego de una sequía histórica en la pasada primavera, lo cual puede detonar incendios.
