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Narco colombiano detenido en Brasil dice que quiere ser extraditado a EE.UU.

Sin embargo, Juan Carlos Ramírez Abadía descartó cualquier tipo de colaboración con la DEA a cambio de beneficios penales.

26 de Agosto de 2007 | 20:50 | EFE

RÍO DE JANEIRO.- El narcotraficante colombiano, Juan Carlos Ramírez Abadía, conocido como "Chupeta", que era el más buscado del mundo, y que fue arrestado hace 20 días en Brasil, afirmó que desea ser extraditado a Estados Unidos, pero que no está dispuesto a negociar nada con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).


"Pienso que para Brasil soy, como dicen aquí, una papa caliente. Pienso que es mejor para ambos gobiernos que me manden a Estados Unidos", afirmó el colombiano en una entrevista retransmitida hoy por el programa de televisión Fantástico, del canal Globo.


Estados Unidos ya presentó a la Justicia brasileña una solicitud de extradición contra el colombiano, al que acusa de numerosos homicidios y de ingresar varias toneladas de cocaína a ese país.


"Pero no voy a hacer ningún acuerdo. Asumo mis problemas solo", agregó el narcotraficante al ser interrogado sobre si estaría dispuesto a colaborar con la DEA a cambio de beneficios penales.


El narcotraficante concedió la entrevista, la primera desde que fue arrestado, acompañado por sus abogados y por agentes armados de la Policía Federal, en la cárcel de máxima seguridad de Campo Grande, a donde fue enviado un día después de su arresto y en donde está totalmente aislado.


Poco después de su detención en un condominio de lujo en Sao Paulo, uno de sus abogados dijo que el narcotraficante, al que las autoridades estadounidenses atribuyen una millonaria fortuna producto del tráfico de drogas, estaría dispuesto a colaborar con la DEA con informaciones sobre sus negocios.


El narcotraficante negó cualquier posibilidad.


Pese a que el considerado líder del cartel del Norte del Valle es buscado por la justicia de Colombia, las autoridades del país andino han dicho que prefieren no solicitar la extradición para facilitar su envío a Estados Unidos.


En su entrevista al Fantástico, el narcotraficante dijo que sospechaba que la policía brasileña lo venía vigilando.


"Percibí algunas cosas, movimientos extraños, situaciones anormales", dijo.


"Yo siempre le dije (a su esposa, también arrestada) que se mantuviera alejada de todas las cosas porque yo sabía que en algún momento podía ocurrir un problema", agregó.


En el primer interrogatorio al que fue sometido por la policía brasileña, Ramírez Abadía reconoció que ya estaba preparándose para viajar a Uruguay o a Argentina para no ser detenido en Sao Paulo.


La policía incautó de bienes del colombiano que ya estaban empaquetados y que iban a ser recogidos por una empresa de mudanzas.


En la entrevista al Fantástico, el colombiano dijo que ninguna prisión detendrá al narcotráfico y que ya quedan con vida pocos de los traficantes de drogas que comenzaron a operar con él.


"Yo estoy preso ahora, pero siempre va a surgir otro. Hay muchas personas. El negocio no va a acabar jamás", afirmó.


"De todas las personas que empezaron conmigo en este negocio, hace muchos años, no queda ninguno. Quedan dos o tres. La mayoría murió, otros cuantos fueron extraditados, quedan muy pocos", agregó.


Ramírez Abadía tiene en Estados Unidos quince procesos abiertos por homicidio, además de los cargos por narcotráfico, concierto para delinquir y lavado de activos, condición que lo confirmaban como el narcotraficante más buscado en el mundo y por cuya captura la DEA ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares.

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