MÉXICO DF.— Un torrente enorme de lodo y agua arrasó un poblado y dejó 16 desaparecidos, informaron autoridades el lunes, mientras los socorristas se esforzaban por entregar ayuda a las numerosas víctimas de las inundaciones devastadoras que azotaron el sureste de México.
La ladera de un cerro se vino abajo y la masa de tierra cayó sobre un río crecido, lo cual arrojó un muro de agua y escombros sobre la remota comunidad de San Juan Grijalva, en el estado suroriental de Chiapas. La mayoría de los 600 habitantes del poblado lograron escapar a tiempo hacia montes cercanos.
La comunidad afectada por el deslave se encuentra cerca de la frontera del estado de Tabasco que —según las autoridades— sufre una de las peores inundaciones en la historia de México. El poblado está conectado al mismo sistema fluvial de Tabasco y se ubica unos 72 kilómetros (45 millas) al sureste de la capital tabasqueña de Villahermosa.
El alud fue la secuela reciente de una semana de inundaciones y tormentas que dejaron el 80% de Tabasco bajo el agua y destruyeron o dañaron las casas de casi medio millón de personas.Habitantes de San Juan Grijalva que fueron despertados la noche del domingo por un sonido estrepitoso y el estruendo de la caída de rocas por las laderas cercanas.
"No sabíamos qué pasaba, y cuando salimos, vimos cómo se abría la tierra", relató Domingo Sánchez, de 21 años, en referencia aparente al deslave inicial sobre el río. "Nos echábamos a correr ... pero la tierra nos venía encima".
En las próximas horas, Sánchez, su madre, su esposa y un primo debieron luchar por sus vidas en un valle donde la única salvación era llegar a terreno elevado.
Cuando alcanzaron la cima de un cerro pudieron observar cómo quedaba sumergida la tierra de sus abuelos. Sánchez considera que al menos nueve de sus parientes quedaron enterrados.
"Era una ola insoportable" que "revolcaba todo; casas, gente, todo, y todo lo aplastó. No quedó nada", señaló.
El gobernador de Chiapas, Juan Sabines, quien visitó el lugar, dijo que una de las olas era como un "mini-tsunami" y admitió que el poblado "prácticamente desapareció".
Las autoridades apoyaron con helicópteros la búsqueda y rescate de los habitantes que hallan llegado a zonas altas.
Funcionarios de Chiapas y la Secretaría de Gobernación (interior) del gobierno federal dijeron que había 16 desaparecidos. No se han encontrado cadáveres por el alud.
En Tabasco, al menos 20.000 personas continuaban varadas el lunes en sus hogares, aunque algunas de ellas no deseaban abandonar sus casas por el temor a que les roben sus pertenencias. Mientras, numerosos damnificados hambrientos y deshidratados se disputaban a empujones la ayuda enviada por el gobierno con paquetes de alimentos y medicinas.
El gobernador tabasqueño Andrés Granier ordenó el cierre de las calles céntricas de Villahermosa para evitar los saqueos que han ocurrido sobre todo en supermercados. Solamente los socorristas tienen acceso.
"Pasamos días sin comida. Creímos que íbamos a morir", dijo Marta Vidal, de 47 años, que fue rescatada en helicóptero.
Las autoridades informaron que otros dos cadáveres fueron rescatados el domingo en zonas inundadas. De confirmarse que los decesos fueron causados por las anegaciones, la cifra de víctimas fatales por el desastre natural sería de 10, sin incluir a los 16 desaparecidos en San Juan Grijalva.
