MADRID.- Catorce presuntos milicianos islámicos arrestados en España el sábado habrían estado planeando "una acción terrorista" en Barcelona, dijo el ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba.
Agentes de la Guardia Civil realizaron los arrestos en Barcelona, como parte de acciones planeadas por el Centro de Inteligencia Nacional.
Varias residencias fueron allanadas y la policía no ha desestimado la posibilidad de realizar más arrestos, dijo el ministro.
Las autoridades españolas ordenaron un estado de alerta máximo. Los arrestos en Barcelona fueron ordenados luego que los organismos de seguridad españoles recibieron información de varias agencias de inteligencia europeas no especificadas.
Existían evidencias de que los 14 detenidos — 12 paquistaníes y dos personas de la India— habrían planificado una "acción terrorista" en Barcelona, dijo el ministro del Interior español en una conferencia de prensa.
Informó del registro de cinco domicilios en los que se encontró material "que puede formar parte de explosivos o puede ser utilizado para fabricar explosivos", entre el que destacó cuatro temporizadores, relojes que se conectan a explosivos, para que estallen a una hora determinada.
"Cuando alguien tiene en su casa temporizadores pues no hay más remedio que pensar que está planteándose acciones de tipo violento", manifestó.
Cinco viviendas fueron allanadas durante la noche, en el curso del operativo de seguridad, dijo Rubalcaba.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, confirmó los arrestos y expresó que continúan las investigaciones.
El peor ataque terrorista por parte de milicianos islámicos ocurrió en España el 11 de marzo de 2004, cuando estallaron bombas en vagones de trenes cerca de la estación madrileña de Atocha.
En esa ocasión, murieron 191 personas y más de 1.800 fueron heridas. Veintiún personas han sido condenadas por participar en esos ataques.
Milicianos islámicos asumieron la responsabilidad por los ataques de Madrid, indicando que actuaban en nombre de la red terrorista Al Qaeda para vengarse por la presencia de tropas españolas en Irak.
Sin embargo, los tribunales españoles no encontraron evidencias de que Al Qaeda hubiese ordenado o financiado los atentados.
