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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 19:07
NUEVA YORK.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó este lunes a las autoridades chinas a guardar compostura en relación con las protestas en el Tibet e instó a todos los involucrados a "evitar mayor confrontación y violencia".
"Pido compostura de parte de las autoridades (chinas) y llamo a todos los involucrados a evitar mayor confrontación y violencia", dijo a periodistas tras un almuerzo de trabajo con miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
En tanto, países como Italia y Holanda han convocado a los embajadores chinos ante los incidentes que se están produciendo en la rgeión.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia convocó para mañana al embajador chino, Sun Yuxi, quien será recibido por el subsecretario de Exteriores, Gianni Vernetti, por expresa petición del jefe de la diplomacia italiana, Massimo D'Alema.
Por su parte, D'Alema reafirmó hoy su petición a las autoridades chinas de que "acaben con la represión y elijan el camino del diálogo". El ministro italiano recordó que el líder espiritual del Tíbet, Dalai Lama, "no pide la independencia de China sino sólo el reconocimiento de los derechos culturales, religiosos y lingüísticos".
Lo mismo hizo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Holanda, que convocó hoy al embajador chino para trasmitirle su inquietud por los incidentes en el Tíbet y abogar por que Pekín permita el acceso de los medios de comunicación internacionales a la región.
El ministro de Asuntos Europeos, Frans Timmermans, trasladó al embajador que el “Gobierno holandés está extremadamente preocupado por las informaciones que indican que mucha gente ha sido asesinada en los choques entre manifestantes tibetanos y autoridades chinas,” según un comunicado del Ministerio.
Los incidentes estallaron en el pasado 10 de marzo en la capital del Tíbet, Lhasa, cuando cientos de monjes budistas salieron a la calle para recordar el aniversario de la rebelión tibetana contra Pekín en 1959.
Según Pekín, el conflicto se ha cobrado la vida de trece personas, mientras el exilio tibetano habla de un centenar de muertos.
