ROMA.- El Papa Benecito XVI pidió urgentemente a los Estados miembros del G8 (los siete países más industrializados del mundo y Rusia), que se reunirán a partir de mañana en Japón, que prioricen su ayuda para los más pobres y débiles del mundo.
"Esas personas son las más afectadas por las especulaciones y las turbulencias financieras con sus negativas consecuencias en el encarecimiento de los alimentos y la energía", dijo Benedicto durante su oración del Ángelus en Castel Gandolfo.
"Espero por eso que la generosidad y la visión de los responsables ayuden a poner en marcha un proceso de desarrollo justo para garantizar la dignidad de los seres humanos", dijo el pontífice desde el balcón de su residencia de verano.