KEHL.- El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, protagonizó hoy una de sus excentricidades, saliéndose del protocolo en la cumbre de la OTAN que se está celebrando en Alemania y Francia.
Fue en el acto simbólico del cruce a pie del río Rin sobre un puente peatonal entre Kehl (Alemania) y Estrasburgo (Francia), en el que debían participar los líderes políticos de los 28 países miembro.
Antes de iniciar la caminata, Angela Merkel, la canciller alemana, recibió uno a uno a los jefes de estado o de gobierno, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Berlusconi, sin embargo, dejó plantada a Merkel, porque cuando se bajó del auto y la canciller alemana fue en su encuentro para darle la bienvenida, el italiano le hizo señas de que no podía, porque estaba hablando por su teléfono móvil.
Merkel lo aguardó unos instantes, pero se cansó y para no hacer esperar más a los demás líderes, dio la orden de iniciar el paseo, mientras el primer ministro italiano seguía hablando por teléfono, indiferente a lo que indicaba el protocolo.
Obama, Merkel y los demás líderes, salvo Berlusconi, se encontraron sobre el puente con el presidente francés Nicolas Sarkozy, mientras "il cavaliere" seguía hablando a orillas del río.
Faltó a la foto de familia de rigor, y sólo una vez concluida la ceremonia se lo vio cruzando el puente en solitario, acompañados de sus asesores. Sin embargo, tampoco llegó a tiempo para participar en una ceremonia en recuerdo a los soldados caídos, con un minuto de silencio.
Después, al unirse al grupo presidencial, se lo vio dando las explicaciones de rigor a Merkel y a Obama. De momento se desconoce cuál fue el motivo de la llamada y quién fue su interlocutor.
