SANTIAGO.- El Presidente de la República Popular China canceló su participación en la cumbre del G-8 -a realizarse en L'Aquila a partir de este miércoles- para retornar a su país.
La decisión del mandatario chino radica en la fuerte ola de violencia que azota a la capital de Xinjiang, Urumqi, al oeste de China.
Según la agencia de noticias ANSA, que cita aun oficial chino de la embaja en Roma, el mandatario, que se encontraba en la capital italiana, vuelve a su país "debido a asuntos internos y por la situación en Xinjiang".
La agencia china Xinhua también ha confirmado el regreso de el Jefe de Estado.
El domingo, la tensión étnica que se vive desde hace décadas en Xinjiang, cuna de la minoría musulmana uigur, estalló en la capital regional, Urumqi.
Al menos 156 murieron y más de 1.000 personas resultaron heridas cuando miles de manifestantes pedían que se investigase un enfrentamiento entre uigures y hanes (etnia mayoritaria en China) que se produjo el mes pasado en una fábrica en Shaoguan, provincia sureña de Guangdong, en el que murieron dos miembros de la minoría musulmana.
