Gaddafi ve el Nobel de la Paz a Obama "prematuro" y marcado por la "adulación"

LONDRES.- El líder de Libia, coronel Muammar el Gaddafi, considera que la concesión del Premio Nobel de la Paz al Presidente de EEUU, Barack Obama, resulta "prematura" y marcada por la "adulación".

"Yo creo que lo merece (el premio), pero dárselo ahora responde a una cierta hipocresía, adulación... y creo que es prematuro. No es justo todavía", afirma Gadafi en una entrevista concedida a la televisión británica Sky News, al ser preguntado sobre el galardón.

Además, el jefe de Estado libio elogió efusivamente los orígenes africanos del presidente estadounidense, cuyo padre era de nacionalidad keniana.

"Huelga decir que él es un africano y estamos orgullosos de que nosotros, africanos, nosotros en el continente africano, África en su totalidad, tengamos a alguien que es un africano como presidente de los Estados Unidos de América", subraya el coronel.

El pasado 9 de octubre, el Instituto Nobel de Noruega anunció que premiaba a Obama por sus "esfuerzos extraordinarios por reforzar la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos", y su idea de un mundo sin armas nucleares, que ha estimulado el desarme.

El galardón causó sorpresa y esperanza, pero también fue blanco de críticas de quienes, como Gaddafi, piensan que el reconocimiento llega demasiado pronto, pues Obama aún no ha logrado sus objetivos.

Aunque el líder libio y el presidente de EEU.U. aún no han mantenido ninguna reunión oficial, el pasado 9 de julio Obama estrechó la mano del Mandatario norteafricano en una cena ofrecida por el jefe de Estado italiano, Giorgio Napolitano, durante la cumbre del G-8 (siete países más ricos y Rusia) en L'Aquila (Italia).

Obama saludó a Gaddafi mientras ambos acudían a la foto de familia del encuentro, al que acudió el dirigente libio como presidente de la Unión Africana para participar en una reunión entre el G-8 y países africanos.

EEUU restableció relaciones diplomáticas plenas con Libia hace sólo tres años, tras décadas de enemistad y sólo después de que Trípoli renunciara a su programa de armamento de destrucción masiva de manera voluntaria en 2003.